𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐢𝐫𝐚𝐧'𝐬 𝐖𝐢𝐟𝐞 | 𝙷𝚞𝚊𝚕𝚒𝚊𝚗 | MXTX! 𝗔𝗨 | Reescribiendo

I

– "La esposa del emperador
a muerto."

Eran lo que decían las noticias del imperio fantasma, la amada y hermosa emperatriz que fue adorada por muchos; acababa de fallecer debido a una extraña enfermedad.

Luego de varios meses casi llegando al año de estar en coma sin aparentemente posibilidad de despertar, la madrugada de un fin de semana su alteza real fue hallada sin signos vitales después de que uno de los sirvientes del palacio paraíso la checará rutinariamente como debería hacerlo por recomendaciones del médico real.

Siendo cuando la noticia se hizo pública, de manera oficial, el imperio entero lloró tres días y tres noches enteras; en las cuales, muchas flores fueron dejadas frente al palacio, ya que se dice que la emperatriz amaba mucho las flores.

Curiosamente, se cuenta que dentro del palacio se halla un gran y hermoso jardín, el cual esta repleto de flores de distintas zonas del imperio; todas cuidadas con mucho cariño y amor por los dos amados emperadores. 

Anteriormente dejaban pasar a los ciudadanos de cualquier clase. Pero desde que la emperatriz cayó enferma, se cerraron las puertas del gran palacio para que nadie extern allí pudiera entrar más. 

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Esos tres días que pasaron, su emperador ni una pizca de su sombra se noto. Pensaron que era lógico que se ausentará luego de la perdida de su esposa, pero cada vez pasaba más tiempo, más tiempo y más tiempo. 

Su ausencia cada vez era mayor en el imperio y muchos tipos de rumores ya circulaban; las calles de la alegre capital poco a poco se fueron apagando y todo parecía ir muriendo poco a poco. Ya que sin su líder, todos se sentían extrañamente vacíos y abandonados.

Sin embargo, una tarde de un frío mes daría un cambio de giro drástico al notar que un día él emperador volvió a salir de su reclusorio y miro a su pueblo con la cabeza en alto una vez más.

La gente se sintió conmocionada al respecto, esperando las palabras de su líder que darían un antes y un después en toda este tiempo de penumbra y soledad para el imperio.

Más lo que nadie esperaba era que la cálida mirada de su alteza se transformará en una mirada tan fría como sombras de un fuerte invierno, como si fueran solo seres inferiores y basura. Muchos le miraron consternados, molestos y asustados; su señor jamás había dado un vistazo así a su gente.

 Unos segundos de silencio le siguieron, para así duramente dictar las nuevas leyes que ahora se emplearían en su imperio.

Fue tan lamentable como el pueblo noto como con horror su amado dirigente se volvía en la peor versión de sí mismo, siguiendo esto una serie de diligencias y épocas de infortuna, junto que a cada una de sus acciones se volvía más inhumana que la otra.

Convirtiéndolo así en el tirano en el que hoy la gente conocía, y aquel viejo yo del emperador pronto cayó en el olvido.

Más a pesar de más quejas que había, él parecía ignorarlos y tan solo mandaba a sus sirvientes a que tomaran nota de una solicitud que nunca sería respondida. Parecía que el imperio vería sus peores días en las próximas generaciones y graciosa o lastimeramente, no estaban equivocados. 

Luego de algunos años una guerra estallará con el imperio vecino; provocando pánico entre la gente de la nación, que con una última pizca de devoción a su emperador para que los salvará... Rogaban y suplicaban al reino de los cielos por que pudieran salir invictos de esta, pero, sin nadie esperarlo...

 Este sería capaz de mandar a sus propios ciudadanos a la guerra.

Sin importarle si fueran experimentados para las armas o no, todo con la excusa de que le faltaban hombres para poder combatir contra el enemigo de su nación. Jovenes, adultos y gente mayor fue mandada a la guerra por montones, la primera horda de gente salió casi extinta del propio campo de batalla; muchos clamaron piedad de su soberano, más como siempre, todos fueron ignoradas.

Siendo como nos llevaría hasta dónde estamos hoy.

Un lugar lleno de gente que busca sobrevivir, que teme que en cualquier momento sean los siguientes en ser mandados a morir en una guerra que no parecía tener fin o morir de hambre en las oscuras calles sin que nadie le importe tú cuerpo.

Además, él emperador cada cierto tiempo, mandaba unos tantos oficiales a varias zonas del imperio a reclutar gente nueva para ir al frente. Y así fue, como un humilde joven de pelo castaño fue uno de los desafortunados en ser escogido para la batalla.

Un pequeño joven de nombre
Xie lian.