Mi pecho subía y bajaba con desesperación.
Estaba asustada, sin duda alguna. El corazón me latía a mil por hora dentro de mi pecho y lo último que quería era atraer la atención de los demonios que se encontraban frente a mí. Mirándome, expectantes.
―La estáis asustando ―renegó la voz ronca y áspera de Yoongi, llamando la atención de los demás. De inmediato, la intensidad de la mirada cambió, permitiéndome ver el color natural de sus ojos... o de lo que les hacía verse lo que no eran: humanos.
―¿Estás bien? ―preguntó, preocupadísimo, Jimin. Su cabello rubio caía húmedo sobre su frente.
―¿La ves estando bien? ―se quejó Taehyung ―. Huele a sangre, mucha. Pero no veo una herida.
Pronto recordé ―. N-no es mía. No es mi sangre.
Mis manos temblaban mientras alzaba estas para mostrarles que no me pertenecía. Aunque, igual me sentía mareada.
―¡Qué alivio!
―Venga, te llevaremos dentro ―dijo alguien, pero yo ya no podía ver bien.
―Joder, cuando Jungkook se entere de esto, va a matarnos ―escuché a lo lejos que Namjoon decía, nervioso.
De solo escuchar aquél nombre, mis piernas flaquearon, de no ser porque con ayuda de Yoongi y Jimin estaba de pie, me habría caído de culo de nuevo. Aunque, no hubo tiempo para que alguien más dijera algo al respecto, porque pronto, los cinco escuchamos cómo unas llantas rechinaban a unos metros de nosotros.
Escuché una maldición, probablemente de Taehyung, la verdad no estaba segura. Pero, cuando menos lo pensé, tenía a Jungkook frente a mí, con los ojos inyectados en sangre y el mentón tan tenso que parecía que se rompería en algún momento.
Él no dijo nada, no hubo necesidad, solo me miró a los ojos y pronto, los suyos, que anteriormente eran rojos, ahora volvieron a la normalidad. Fue cuestión de tiempo para que pasaran dos cosas.
La primera, su brazo tirase de mí y envolverme en sus brazos y, la segunda, que yo perdí la conciencia por el arrebato.
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Kaizen | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ
FanfictionEn donde Ina se encuentra con siete demonios que cambiarán su vida por completo