15 de octubre

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es sábado, me levanto un poco temprano ya que mi falta de aire me ha despertado en diferentes ocasiones y desisto de intentar volver a dormir.

mis padres salen temprano junto con mi hermana para que acompañe a mi padre y pueda darle una vuelta a la universidad.

mi abuela decide quedarse con nosotros un rato y desayunar con nosotros antes de irse. durante el desayuno me pongo a hablar con el menor sobre la nueva actualización del juego, la felicidad de él al ver que puedo responder a todo lo que dice.

mi abuela nos ayuda con los quehaceres de la casa, lo que al final nos deja una tarde libre.

la acompañamos a la parada para poder tomar el transporte a su casa, nos despedimos y nos quedamos los tres sentados en la banqueta por unos minutos, después de esto nos disponemos a regresar a la casa.

de camino a esta comenzamos a hablar mi hermano y yo sobre los viajes que hemos realizado, remembranza de varios de hace algunos años, me emociona la idea de platicar de lugares que no tiene demasiado tiempo que logré recordar, la calma que él irradia que pocas veces logro ver, mientras me habla de los que él también recuerda, me hace olvidar un poco la ola de malos sentimientos y pensamientos que hay en mi y me hace volver a cada uno de esos lugares.

al regresar a casa, me pregunta de que si me agrada la idea de jugar un rato. tres horas jugando, estupidez tras estupidez.

extraño tenerte todos los días aquí y tener ese momento de paz cuando decides estar tranquilo y en serenidad...

aún me duele que te hayas tenido que separar de mi cuando más se necesitaba para ambos, que las primeras dos semanas después del caos me esperaras para comer juntos y después regresar a casa, que jugaramos antes de que mis padres llegarán.

un mes me tocó regresar a comer sola, regresar a la casa y encontrar todo vacío y callado, a pesar de que la soledad es mi lugar para estar, este no era el momento para estarlo.

aún regreso a su casa para encontrarte a ti y a ella, que de todos nosotros, fue a ti a quien más confianza tuvo, que a veces me cuentas lo que ella te dijo, que después del incidente en el que ella no me reconociera decidiste entrar para ayudarla y que al salir de la casa me regañaras por no pasar suficiente tiempo en la casa pero que a la vez sabíamos que ella iba a confiar antes en ti. que se que hay preocupación por parte de tu persona, pero la mayoría de las veces no sabes ni siquiera ni como expresarla.

el primer domingo que fui a dejarte desde que te fuiste, la insistencia tuya con la que me decías que por fin iba a conocer tu "humilde morada" me hace sentir que al final también extrañas estar aquí, que cuando tomas la iniciativa de abrazarme me hace sentir ese cariño que muchas veces no dejas salir.

es peor aún el saber que probablemente no dejaré que leas esto, pero se que en algún momento lo encontrarás.

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