Bokuto me mostró el arcoiris

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Antes de que el aparezca en mi vida solo distinguía el color más triste del mundo.

Akaashi, un chico con una vida normal.
Nunca logro ver el mundo de otra forma que no fuera la que le mostraron. Vivía con un peso en la cabeza sintiendo que le faltaba algo para poder renunciar a todo y salir corriendo hacia una vida en la que el mundo no fuera azul.

No lo mal entiendan, el disfrutaba de su vida a su manera, no es como si todo el tiempo estuviera triste pensando en cosas sin sentido, pero siempre era como si le faltara algo.

Una rutina que seguir todos los días, estudiar, comer y dormir.

Llegó la primavera época en la que los pétalos de cerezo resplandecen al caer, Akaashi iba corriendo hacia la escuela. En el transcurso de la mañana ya le habían pasado varias "desgracias" en su rutina.
Quedarse sin gas para ducharse y desayunar, la alarma no sonó, su gato vomito en su uniforme escolar y quedarse dormido babeando en su cuaderno de física fue la cereza que coronó su migraña.
¿Cómo se lo olvido pagar el gas y poner la alarma?.
Eran cosas que Akaashi no entendía, hasta que vio los pedazos de recibo que comió su gato, razón segura por la que vomito en su uniforme, su celular prendido con la calculadora de primera aplicación y los números 7.30.

Bravo.

La mañana ya de por si, era asquerosa sintiendo que en cualquier momento su cabeza iba a explotar dejando a los transeúntes con traumas severos por ver a un hombre sin cabeza y el cerebro hecho pedazos.

Lo normal en Latinoamérica pero no el Japón.

Volviendo a la actualidad.

Ahí iba Akaashi Keiji el hombre más rápido de Japón corriendo con una tostada en su boca cuando derrepente alguien apareció en bicicleta estrellándose contra el.

Salió volando, cayendo con el pan en su rostro y todas sus cosas tiradas.

Nunca le había pasado esto, no entendía como tantos sucesos le podían pasar solo por no poner una alarma, pagar el gas y dejarle comida a su gato. No se dio cuenta que un chico asustado le gritaba mientras en tenía la vista fija en algún punto del árbol de cerezo.

Que bonito cómo caían las flores, se sentía tan en paz, "ojalá así sea mi muerte" pensó.

Hasta que lo vio, el chico se cruzó en su mirada puesta al cielo.

"¿Enserio me morí?" ¿Porque sus ojos son tan hermosos?- lo ultimo lo había dicho en voz alta sin darse cuenta.

-¿Eh?, bueno... gracias creo, pero, ¡¡¡¡¡¿estás bien?!!!!!- Akaashi enrojeció al darse cuenta que lo ultimo lo dijo en voz alta y de seguro el chico de ojos dorados lo escucho fuerte y claro.

Se paró como pudo y sintió un fuerte punzón en su cabeza obligándose a sostenerse del joven de cabello gris.

-Wou wou, tranquilo trata de pararte bien, me llamo Bokuto.

Akaashi subió su mirada y pudo ver a los ojos a aquel chico, ambos cruzaron sus miradas sintiendo un golpe en el corazón. Akaashi nunca había sentido algo así, era como si esos ojos dorados le hicieran ver que en el mundo existían mas colores.

Bokuto en cambio no sabia que hacer ante la mirada tan profunda de aquel chico, era como un mar en el que le daba ganas de zambullirse pero a la vez quería vivir ahí toda la vida.

-Oye si me sigues mirando así creo que vas a comerme.- Bokuto dijo nervioso y con la cara roja.

En ese momento Keiji se acomodó como pudo y carraspeó la garganta.

-Perdón, me llamo Keiji, Akaashi Keiji.- extendió la mano.

-Hey! Hey! Hey! Ahora si es una conversación, ¡Me llamo Bokuto Kotaro!¡Un gusto!, mira tu uniforme vas en mi misma escuela, aunque sabes yo recién comienzo hoy, eres mi superior...- Bokuto rapeo todo eso y Akaashi apenas pudo procesar la mitad de lo rápido que lo dijo y todo el griterío.

-¡Atropelle a mi superior!¡Por favor perdóname!- Bokuto se arrodilló mientras hacía reverencias y pedía perdón a Akaashi.

-Tranquilo, por favor levántate.- Dijo sereno, mientras que por dentro lo único que quería era que su corazón dejase de dar vueltas por su pecho.- Vayamos a la escuela, estamos muy tarde.

Kotaro casi llorando se levanto y secó las lagrimas.

-Ya no llores- Akaashi le limpio una lagrima que estaba apunto de salir de esos ojos.

Bokuto sintió las manos de aquel chico en su rostro con una suavidad y gentileza extraordinaria, Akaashi no podía ser una mala persona, Akaashi se sentía como alguien hermoso de toda forma posible, así lo veía sus ojos.

Al fin Bokuto sostuvo la mano de Akaashi para pararse y se quedó mirándolo unos segundos.
Su corazón parecía un loco, tal vez debía darle un golpe para calmarlo así como Konoha hacia con el. Se quedó en un transe de segundos cuando escucho cómo las campañas de la iglesia sonaban.

¿Iba a casarse?... NO, IBA A LLEGAR TARDE A LA ESCUELA, SU PRIMER DÍA.

-¡¡¡Vamonos llegaremos tarde Agashee!!- Bokuto salió corriendo de la mano con Akaashi.

Akaashi no tuvo tiempo para procesar lo que acababa de pasar y ahora salía corriendo hacia la escuela tomando de la mano de un chico que acababa de conocer y para colmo tarde.

Los pétalos caían mientras corrían sujetos de la mano. Los colores del día eran hermosos, la brisa cálida y el sol resplandeciente.

"¿Todos los días siempre fueron así?- se preguntó Akaashi.

Miro al chico frente a él preguntándose si  era la razón de ese sentimiento.

Fue una mañana curiosa que toda acción desencadenó otra. Akaashi ya no sentía que algo iba mal, si no todo lo contrario, que todo iría bien si seguía sosteniendo la mano de aquel chico.

En todo ese azul hubo un punto dorado que seguro transformaría todo.

Solo diré: hola buenas🧍🏻.




Esto puede ser bien un one shot o una historia, todo depende del apoyo que le den y si les gustaría.

Perdón por borrar "Volver a verte", "Dorado" y el fanfic tsukiyama que no recuerdo el nombre, tuve mis razones y desaparecí.

No olviden dejar su voto y comentarios🫶🏼.

Esta vez no me iré😭.

Solo podía ver azul- BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora