Maldito seas Facebook.
Que bueno que tengo respaldo de todos mis escritos, ahora sí, ¡inicia octubre y con él el hermoso creektober22!
one-shots dedicados a mis nenes Tweek y Craig <3.
¡Tenemos play list! Para tener un mejor ambiente, puedes ir a S...
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𝑽𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒂 𝒋𝒖𝒈𝒂𝒓...
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Estaba completamente harto de que su novio lo ignorara así. Y comenzaba a agotarse su paciencia.
Si relata exactamente desde que comenzó, podría asegurar que todo fué culpa de Clyde. Estaban todos muy tranquilamente comiendo durante el almuerzo, cuando éste chico llegó entusiasmado, exclamando por lo alto que había encontrado un juego mega genial que les gustaría a todos. A todos excepto a él.
“Sky luminous” era el nuevo título que Tweek odiaría de por vida, por quitarle la atención de su novio. Esa cosa sobre guerras espaciales, extraterrestres y multijugador había tenido a Craig enganchado todo el fin de semana. Tweek casi se siente como en esos días oscuros de la Buddha Box. Oooh, como odió a esa caja.
Por suerte, ahora Tweek no sé rendiría tan fácil. Había encontrado la manera perfecta para que Craig por fin se desconectara de esa boba computadora.
Éste era el momento justo para ejecutar su plan.
Craig estaba atento a la pantalla en su escritorio, apretando con intensidad los botones de su control mientras las luces casi epilépticas rebotaban por su rostro.
Tweek lo miraba desde la cama, totalmente aburrido, pero con un entusiasmo floreciente por lo que se venía. Entonces comenzó…
—Craig…
—¿Sí, cariño? —claro que Craig era consciente de que Tweek estaba en la habitación, y era lo suficientemente decente como para tratarlo bien, pero sus ojos seguían mirando fijamente el juego.
—¡Craig, la nave de los Sargons ya está aquí!
—¡Entendido! — respondió Craig a quien Tweek sabía, era Clyde.
Tweek salió de la cama y cautelosamente se acercó al chico en la silla.
—¡Va-va-vamos viejo! ¡Ese tiro fue una b-b-ba-basura!
—¡Son demasiados! — Craig estaba frustrado porque el juego estaba casi perdido.
—¡Podremos lograrlo, chicos! —ese había sido Tolkien.