Corazón de Táigon

Capítulo 1: Táigon

En otro mundo, más allá de las estrellas, quizás tan alejado que sea un universo diferente. Un planeta tan diverso, que gira alrededor de 2 soles, llamados Týrannos, el mayor, y Phevma, el menor, un sistema binario al tener 2 soles juntos, poco común en el universo, en aquel planeta se encuentra el gran continente de Táigon.

Nos encontramos siglos antes de nuestra historia. Una Guerra Azotaba a Táigon en aquellos tiempos oscuros, especies herbívoras se ocultaban en los lugares más profundos de la selva central, carnívoros pequeños cazaban pequeños herbívoros e insectos gigantes del pantano, mientras los depredadores hibernaban grandes periodos para intentar sobrevivir.

Mientras aquellos clanes aun primitivos tenían peleas por territorio y dominio.

En las montañas heladas los Ruakk moraban en aquellas frías tierras, grandes guerreros nacidos para el combate y forjadores de armas y herramientas, poseen un gran orgullo en su sangre, su tierra rica en minerales les favorece en lo absoluto.

El Gran Bosque del sur de las secuoyas, los religiosos y curanderos Scáthann viven ahí, muy cerca de la naturaleza salvaje los ha hecho fuertes en este entorno, aprovechando las fauces venenosas de su entorno han hecho todo tipo de curas y métodos de ataque usando el veneno de su fauna.

El Salado Archipiélago es hogar de los aventureros Kanaka, Comerciantes que se transportan en sus barcos, desde el Teranón más grande hasta la balsa más pequeña, prefieren transportarse en sus barcos que, a pie, compran y venden los materiales más básicos y raros del continente.

En las calurosas dunas del desierto, viven los Mankhâ, una gran destreza en domar a las bestias del continente, Viajeros por excelencia en su territorio aun no explorado completamente y creadores del Gran Bestiario Táigon.

Un grupo de Ruakkman caminan por la espesa selva para intentar dar un encuentro pacifico con los demás clanes, de repente, un hombre salta de los arbustos atacándolos con un cuchillo, este trae hojas de secuoyas como vestimenta, y una máscara de corteza de árbol con un garabato hecho de puré de bayas, el líder del grupo y del clan, Wend lo ataca, una salvaje pelea entre los 2 comienza. En un momento dado, el Scáthanno es temporalmente expulsado y cae en un arbusto.

–Vamos escoria Scáthanna, saca uno de tus trucos.- Exclama Wend

Wend se saca su parcial armadura para un combate más justo, sus compañeros se hacen atrás al escuchar el exclamo del hombre, mientras el Scáthanno en el arbusto, saca de un pedazo de su ropa una bolsa húmeda, y con el interior de la bolsa empapa su cuchillo de la aparente agua, y este sale del arbusto lentamente, están a punto de iniciar un segundo combate, pero no tan lejos se escucha un silbido, Wend se distrae.

-Mankhâ...- dice Wend en voz baja

De pronto una Bestia cornuda sale de la maleza de la selva, embistiendo al par de contrincantes. Una mujer sale de la maleza embestida, una vestimenta más arreglada y elegante cargaba, su nombre era Loánna, Líder Mankhá.

–¿Desde cuándo los líderes se encuentran formalmente en este mundo de Caos...?- Habla Loánna soberbiamente

Wend se levanta del fuerte golpe y habla.

–Cada momento te sientes superior a nosotros. ¡Solo por haber Domado a esa bestia!-

–Ustedes se han quedado estancados, luchando como salvajes sin propósito.- dice Loánna

El Scáthanno se levanta muy adolorido por la embestida, su nombre era Brâke, Líder Scáthann.

–Que tal si te meto una salvaje Gigantophis por el- 
Una piedra golpea a Brâke noqueándolo.

Un hombre de ropa azulada y abundantes vendas entra en escena portando una resortera, su nombre era Kryp, líder Kanaka.

–Cuidado ese vocabulario, Brâke.- Kryp

Ese, fue el primer momento en el que los líderes de los 4 clanes se encontraron en un mismo lugar. No se sabe que fue lo que los hizo cambiar, ni el porqué de cambiar, eso quedó enterrado en la historia y en las ruinas ya tomadas por madre Táigon, pero desde aquel encuentro se llevó a una era más pacifica.