Los días previos a la batalla suelen ser extremadamente calmados. InuYasha sentía la tensión en el aire, frunció su nariz molesto ante el residuo de ese asqueroso aroma a Naraku. Solo era cuestión de tiempo para que se dejara ver y entonces la batalla empezaría. Repasó con la mirada a sus amigos, Sango y Miroku estaban enfrascados en una de esas serias conversaciones que cada vez se habían vuelto más comunes los últimos meses, sentían el peligro inminente del enfrentamiento.
Nadie que los viera en ese momento podía dudar que eran una pareja, Miroku sostenía las manos de sango entre las suyas de manera afectuosa, estaba susurrando palabras de esperanza, agradecimiento y amor hacia la taijiya, sonrojado decidió concentrarse en los sonidos del bosque tratando de darles intimidad y empezó a caminar hacia las cazadoras de almas, Kikyo lo estaba llamando.
Esta vez su paso era lento, no tenía prisa por el encuentro pues sabía lo que tenía que hacer, y aunque era lo correcto, después de tantos años resistiéndose a la verdad, el sentimiento de culpa y deshonor aún permanecía ligeramente en el fondo de su consciencia. Sin embargo, cuando eso pasaba recordaba el motivo por el cual deseaba vivir...-Kagome...-
-InuYasha - lo llamó Kikyo con su usual neutralidad. Se encontraba recostada en la rama de un árbol envuelta en sus cazadoras de almas. Armándose de valor le dió la cara y cuando sus ojos se conectaron con los de ella, entendió que no necesitaría muchas palabras. - Así que has venido a despedirte -continuó segura y sin darle tiempo a responder -Sabía que este día llegaría, no soy la misma mujer que conociste hace 50 años y definitivamente ya no soy esa alma que despertó envuelta en ira, rencor y dolor. No planeo reclamar tu promesa de seguirme al infierno -terminó.
-Vengaré tu muerte Kiyo, esa promesa la cumpliré...pero no puedo seguirte a la muerte...-le dijo con pesar.
-Lo sé - le contestó con una triste sonrisa.- No soportarías dejarla...- no tenía que decir su nombre para saber qué estaban hablando de Kagome - con ella conociste el verdadero amor...-
-Kikyo yo...también...a ti...-intentó decirle que a ella también la había amado, pero las palabras no salieron porque después de experimentar lo que sentía por Kagome, no podía compararse siquiera con lo que había creído sentir por la sacerdotisa.
-InuYasha...vamos, no tienes que forzarte, sé perfectamente que lo nuestro no fue amor verdadero - a pesar de que sabía que aquello era cierto, escucharla decir esas palabras le provocó un sentimiento de pesar. - Creo que si las circunstancias hubieran sido diferentes, habríamos sido buenos amigos ¿no crees? - le preguntó casi divertida.
-Siempre tendrá un lugar en mi corazón Kikyo - la miró con una sonrisa de agradecimiento por los momentos que pasaron juntos. Ella le devolvió el gesto.se quedaron unos minutos en silencio hasta que ella lo rompió.
-InuYasha, te he llamado porque Naraku está en movimiento, - la afirmación lo sorprendió - sé que puedes percibirlo.- él asintió. - Está a solo unas horas de aquí, está esparciendo su aroma en todas direcciónes para despistar a sus enemigos pero viene hacia acá por los últimos fragmentos. - Reúne a todos tus aliados y estén claros en los límites del bosque antes de medianoche. Sin darle tiempo a responder se elevó por los cielos y desapareció.
-¡Shikuso! - se maldijo internamente mientras salía a toda velocidad para la aldea.- aún falta un poco para la puesta, tengo tiempo suficiente- se dijo recordando que Kagome regresaba ese día de su tiempo. Su plan original había sido ir por ella a su época y confesarle sus sentimientos sin interrupciones ni presiones, pero ahora todo era diferente. Solo sabía que debía hacerlo antes de la batalla o no se lo perdonaría.
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50 AÑOS ATRÁS
Fiksi Penggemar¿crees que te habrías enamorado de mi en aquel entonces? - le dijo sonriendo mientras intentaba contener otro sollozo. Él asintió, - te habría convencido de dejar el plan de apoderarte de la perla...te habría dicho lo apuesto- acarició su rostro - f...