Recuerdos

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Pasaron al menos una hora caminando, Raph no lo había notado, pero Leonardo iba siguiendo un sendero en específico señalado de forma sutil por marcas que había dejado plasmadas en distintos árboles de forma astuta para que nadie más que él supiera donde se ubicaban y no le siguieran. Al llegar se encontraron con un cobertizo de madera el cual estaba cubierto de hojas en el techo y algo de maleza al rededor, estaba abandonado.

- ¿Y esto? - se detuvo en la entrada, mientras Leonardo se abría paso barriendo con sus pies pequeñas rocas que estorbaban, tallos de la hierba salvaje del lugar y algunas cuantas ramas de árbol -

- Bueno, tu no lo recuerdas porque fue el día en que te secuestraron, pero aquí fue a donde el monstruo del pantano los trajo...

- ¡¿Qué?! o sea que me trajiste a la casa de un monstruo! 

- Vamos, no es para tanto, el monstruo ya ni siquiera existe -abre la puerta de madera, las bisagras rechinaron, nada extraño, solo las condiciones climáticas las habían oxidado - pasé al menos dos o tres días de mis paseos tratando de encontrar este lugar...

- Ah, con razón hubo unos días en que me dijo Donnie que te desaparecías todo el día de la casa cuando yo dormía después del entrenamiento...- dice a regaña dientes cruzando sus brazos, viendo furioso al de azul -

- Je, pues sí...- admitió sonriendo avergonzado, recordó como aquellos días se había llevado unos buenos regaños de parte del menor debido a su preocupación por su recuperación - Pero como le dije a Don, esto ya lo había pensado desde hace un tiempo, solo debía tener un plan de respaldo por si era necesario resguardar provisiones de los animales salvajes o no sé, algo por el estilo, además, no recordaba bien el lugar, aquél día todos fueron arrastrados por el monstruo, y yo fui guiado por los gritos de April...bueno, hasta que se desmayó, no recordaba bien el camino, de hecho al regresar nos perdimos un buen rato dando vueltas en círculos hasta que dimos con la granja y pudiste regresar a la normalidad - al entrar de hecho el cobertizo ya estaba arreglado, con algo de polvo en su interior, pero al menos todas las cosas estaban en su lugar, herramientas, cadenas, una mesa de madera y varios costales de paja en un rincón -

- No puedo creer que haya estado aquí y no lo recuerdo - por las prisas no llevaba su mochila, así que solo fue a tomar un costal de paja y lo utilizó como un cómodo y suave asiento mientras Leo descargaba las cosas sobre la mesa -...- cerró sus ojos por un momento frunciendo el ceño intentando recordar algo más pero era inútil -

- Tranquilo, no fuerces tu mente para recordarlo...después de todo, no fue una linda experiencia la que tuviste - habló con mayor seriedad y algo de tristeza, después, fue a tomar otro bulto de paja para luego sentarse junto a él y tomar sus manos - A decir verdad, yo quisiera olvidarlo, sentí que te iba a perder ...y yo...yo no pude hacer nada para evitarlo - su voz casi se quebró, apretó su agarre y agachó la mirada recargando su frente sobre la unión de sus manos - sentí como todo se derrumbaba cuando te vi y los chicos me dijeron que ese infeliz había tomado tu mutágeno...

- Sintió un nudo formarse en su garganta, y sus ojos ponerse cristalinos, por lo que de inmediato giró su cabeza para calmarse, y toma algo de aire para poder hablar - pero que dices Leo tu me salvaste...f-fuiste tú quien nos rescató a todos...Mikey me dijo que de no haber llegado tu él habría sido el siguiente al que le robaran el mutágeno...- rompe el lazo que los unía y después entre sus manos toma el rostro del mayor, intentaba subirle los ánimos por lo que le dedicó una sonrisa ruborizada y con sus ojos cristalinos - Como siempre, el intrépido líder haciendo lo que mejor sabe... rescatarnos a todos aún y cuando él a penas se puede mover - dice con algo de sarcasmo rodando los ojos pero aún sonriendo -

- Ríe y acortó a distancia de sus rostros al acercarse, provocando que el temperamental dejara de reír para de nuevo ser conquistado por sus nervios y rubor - ...Por supuesto, yo daría todo por la persona que amo con todo el corazón - se acercó un poco más, permitiendo que las respiraciones de ambos chocaran entre si...por segundos pudo admirar el rostro del contrario tomar el mismo color que la bandana que poseía mientras le miraba con sus bellos ojos esmeralda entre cerrados, dispuesto a cerrarlos en cualquier instante para evadirle -...- de pronto le toma de un brazo jalándolo, desconcertando a la ruda tortuga al sacarlo de aquél pequeño trance bochornoso, le sentó en su regazo para después abrazarlo fuertemente y depositar un gran y amoroso beso en su frente - ¡Te amo! - dice al tiempo en que restriega una mejilla con la de él -

- Se encontraba con sus ojos abiertos a más no poder, su corazón latía tan agitado al igual que hace un rato, sentía todo su rostro arder, estaba colorado hasta los hombros...gruñe lleno de vergüenza y de igual manera abraza al mayor aferrándose a él y ocultando su avergonzado rostro bajo su mentón para evitar que siguiera viéndolo - yo...también Leo...- dice en voz baja, de nuevo sentía un nudo en su garganta, pero esta vez por contener las ganas de gritarle fuertemente por haberle hecho pasar por ese penoso momento, quería que se lo tragara la tierra, en ese momento hubiera preferido ser una planta - tonto...- pensó apretando sus puños y dientes...pero el enojo no le duró mucho, ambos estaban cansados, faltos de energía, Leonardo se acomodó medio acostado en aquél cómodo costal estirando sus piernas, e hizo que Raph hiciera lo mismo, dejándolo recostado encima suyo, decididos a tomar una siesta, bueno, al menos el menor, que no tardó en caer profundamente dormido ya que acostumbraba a dormir por las tardes -

Dentro del bosque (LeoxRaph)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora