capítulo 11.

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Los días siguientes tuve mucho trabajo, pero ya no podía ver mi oficina de la misma manera, por ratos me quedaba mirando la silla donde Hoseok me había hecho suyo y me había pedido que no lo dejara. La sonrisa estúpida aparecía en mi rostro sin remedio, como deseaba que sus palabras fueran ciertas, pero eran sólo eso, palabras que se las llevaba el viento porque no daba ninguna otra señal.

Si en realidad quisiera que yo estuviera en su vida mostraría algún interés, que sé yo, una llamada, un mensaje, pero nada, silencio total. Abrí el cajón y me topé con la invitación de MinJi, la saqué y me puse a leerla, era color crema, de un papel finísimo y unas letras preciosas.

Lee MinJi & Yoo Kihyun

En compañía de nuestros padres:

SuYeon & HyunSup

HanSol & Sungmin

Deseamos compartir con ustedes nuestro enlace matrimonial,
Que se llevará a cabo el sábado 13 de diciembre en MacArthur Causeway #395, Miami South Beach a las 18 hrs.
La recepción será en el mismo sitio una vez concluida la ceremonia.
Agradecemos su asistencia.

Suspiré después de leerla, a pesar que el matrimonio no era mi gran ilusión, ya me había mentalizado que algún día daría ese paso con Hanbin, aunque ahora no estaba tan seguro de lograrlo. Pero tampoco me lo imaginaba con Hoseok, no se veía que fuera de ese tipo.

"No me dejes".

Recordé como si lo estuviera escuchando en ese preciso momento, con su voz distorsionada, suspiré de nuevo, dejé la invitación en el mismo lugar y seguí con mi trabajo.

A las diez de la mañana en punto llegó Hanbin por mí para irnos al aeropuerto. Subió al departamento por mi maleta y una vez en la calle, el taxista la metió a la cajuela. Apenas habíamos subido al vehículo su celular sonó, él miró el identificador, pero no respondió la llamada y envió un mensaje.

—Perdón amor, parece que no todos en la oficina se enteraron de que estoy de vacaciones —justificó mientras escribía.

—No te preocupes.

Llegamos al aeropuerto y se alejó un poco de mí para hablar por teléfono, ¿es que ni siquiera este fin de semana lo iban a dejar en paz? Empezaba a odiar su trabajo.

Después de registrar las maletas me senté en la sala de espera mientras él seguía pegado al celular recargado en un muro. Más tarde tomó asiento a mi lado y me dio un beso en frente y luego empezó a leer el periódico.

Fantásticas vacaciones iban a pasar.

Estaba a punto de regresarme a mi casa cuando anunciaron que subiéramos al avión. Afortunadamente, en el último minuto había decidido llevar mi IPod, así que cuando anunciaron que se podía prender aparatos me puse el mío, en tanto veía que Hanbin ya tenía los ojos cerrados. Claro, él estaba sumamente acostumbrado a los aviones.




Finalmente llegamos a nuestro destino, al subir al taxi le entregó un papel con una dirección. Yo bajé la ventanilla del auto para permitir que el aire acariciara mi cara, minutos después llegamos a un muy bonito vecindario y el taxi se estacionó frente a una hermosa casa con techo de dos aguas. El taxista bajó las maletas y las puso justo en la puerta. Hanbin le pagó y después me tomó del brazo para caminar juntos, sacó unas llaves del pantalón y abrió la puerta, tomó el par de maletas y las dejó en mitad de la sala. La casa era relativamente pequeña, pero muy espaciosa y con muebles rústicos de madera.

¿𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞? ►︎ 𝟐𝐰𝐨𝐧 [ ADAPTACIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora