capítulo 10.

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Era lunes por la noche y yo seguía en la oficina, como iba a tomar un par de días libres porque finalmente Hanbin y yo nos iríamos de vacaciones, tenía que dejar todo listo. Estaba concentrado respondiendo unos mails cuando escuché que tocaron mi puerta, giré la cabeza y casi me da un paro cardíaco cuando vi que era Hoseok.

—¿Tú? ¿Qué haces aquí? —pregunté más que sorprendido.

—Buenas noches, yo muy bien, aunque no tanto como tú —exclamó con una gran sonrisa entrando y se quedó de pie del otro lado del escritorio.

—Buenas noches Hoseok, ¿cómo estás?

—Qué diferencia, primero los saludos y luego lo que quieras.

—Ahora sí me puedes decir a que debo el honor de tu visita.

—MinJi me pidió que te entregara esto —respondió entregándome un sobre blanco en el que estaba escrito mi nombre con una hermosa letra —Le has caído de maravilla ya que ha sido muy selectiva con los invitados. No sé qué le hiciste, pero te quiere ahí.

—Hoseok, pero yo... ¿tú quieres que vaya?

—Sería divertido, va a ser en Miami. Imagínate el mar, la playa, el sol, la arena, tú y yo desnudos al anochecer —respondió mientras caminaba y se paraba junto a mí, recargado en el escritorio, yo hice un poco la silla para atrás, nervioso —además, MinJi no te perdonaría tu ausencia y sabe dónde encontrarte y no querrás conocerla enfadada, hasta asusta a Changkyun, así que imagínate.

—Trataré, pero la verdad no te lo aseguro.

Me dio una de esas sonrisas arrebatadoras que elevaba mi pulso a mil y entonces recordé lo que había fantaseado con él en varias ocasiones. Mi corazón se aceleró ante semejante idea, no imaginé que pudiera cumplirla, lo bueno es que pasaban de las ocho y no había nadie más en la oficina, salvo los vigilantes pero se encontraban en la planta baja, así que decidí arriesgarme.

—Necesito ir a la oficina de mi jefe por unos papeles —dije para despistarlo, quería tomarlo por sorpresa.

—Está bien, te espero.

Le di una pequeña sonrisa y salí, entré a la oficina de Jihyo y le agradecí su vanidad como nunca. Me miré en el espejo que tenía pegado detrás de la puerta y arreglé un poco mi cabello, no sé para qué con lo que tenía planeado hacer. Caminé de puntas a mi oficina y lo vi sentado sosteniendo y mirando una foto mía con Hanbin, se me había olvidado de que la tenía ahí. Cerré despacio la puerta de la oficina y le puse el seguro, caminé tratando de no hacer ruido y cuando estuve a su lado, le quité el portarretratos de la mano y lo puse con la foto hacia abajo sobre el escritorio.

Nos miramos y entonces yo me senté encima de él, con mis piernas a sus costados. Sonrió sensualmente, adoraba esas sonrisas, puse mis manos sobre el respaldo de la silla y lo besé apasionadamente. Me abrazó y comenzó a acariciar mi espalda, devorando mi lengua. Yo comencé a desabrochar su camisa sin dejar de besarlo y él me sacaba la mía del pantalón, cuando lo logró, acarició la piel de mi espalda y sentí que movía sus dedos para desabrochar mi camisa, pero lo frené.

Me hice un poco hacia atrás y la desbroché lentamente, él me miraba fascinado con la sonrisa retorcida, me abrí la camisa y él comenzó a besar y morder mis pezones, pasando su lengua por ellos. Emití un suave jadeo y eché mi cabeza hacia atrás por las sensaciones que me provocaban sus labios.

Me puse de pie para desabrocharme el pantalón bajándolo al igual que mi ropa interior y él saco un condón de la bolsa del pantalón. Me sorprendía tanto que siempre llevara uno consigo, no quise pensar en eso, sólo disfrutar del momento. Le quité el condón de la mano, desabroché su pantalón y me hinqué. me llevé su erección a la boca y él emitió un gruñido delicioso, así que seguí absorbiéndoselo con delicadeza. Su cabeza la tenía hacia atrás y se lamía los labios gimiendo con sus dedos enterrados en mis cabellos.

¿𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞? ►︎ 𝟐𝐰𝐨𝐧 [ ADAPTACIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora