capítulo 17.

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Al día siguiente al abrir mi correo electrónico del trabajo, sorpresivamente, me encontré con un mail suyo y mi corazón latió a toda prisa, el asunto decía Hola, Hyungwonnie y lo abrí inmediatamente.

"Seguro pensaste que ya me había olvidado de ti y que todo lo que te dije eran mentiras, pero déjame aclararte que te equivocaste, en primera, quería que tu regalo fuera una sorpresa, ¿te gusto?, y en segunda, tuve que escribirle muchas veces a MinJi antes de que me diera tu correo porque no podía creer que no lo tuviera. Pero, ahora ya no te podrás librar de mí porque diario te estaré enviando al menos uno y ojala que podamos chatear.

¿Tienes tiempo para una videollamada? Te extraño y te mando muchos besos.

Tuyo, Hoseok"

Sonreí ante sus afirmaciones, ¿acaso podía leer mi mente? ¿Cómo sabía que exactamente eso era lo que estaba pensando? Sonreí y le respondí.

"¿Cómo puedes creer que pensara esas cosas de ti? Con todo el tiempo que tenemos de conocernos, déjame aclararte que he tenido demasiado trabajo como para pensar en cierta personita que, al parecer, se cree el centro del universo.

Mentira, te extraño muchísimo y todo el día pienso en ti, tu regalo me encantó, esa parte de mi cuerpo también te añora, pero como no tengo la dirección de donde te encuentras tendrás que conformarte con un dibujo.

Y sí tengo tiempo, tú solo dime cuándo. Yo también te extraño mucho y te mando el doble de besos.

Tuyo, Hyungwon"




Era viernes por la tarde, después de salir de la oficina me dirigí al centro comercial, aprovecharía para ver los atuendos a ver si encontraba uno adecuado para la boda de MinJi. Ni bien llegué fui recorriendo las de ropa, pero no encontraba algo propio para la playa. Decidí subir al siguiente piso y tomé las escaleras eléctricas, al llegar arriba me detuve en una tienda de zapatos, también debía comprarme unos.

De pronto, escuché una voz infantil que gritó mi nombre, volteé y era Dahyun que corría a mi encuentro sosteniendo en una de sus manitas un oso que me resultó muy familiar. Levanté la cara y me los topé, a escasos tres metros de mí, tomados de la mano, Jihyo y Hanbin juntos, él con cara de sorpresa y ella con mirada retadora.

— Tío Hyungwon, tío Hyungwon — exclamó la pequeña abrazándome de las piernas.

— Hola pequeña, ¿cómo estás? — dije agachándome para mirarla.

— Muy bien, ¡mira! Mi nuevo papi me lo dio — dijo mostrándome el oso que Hanbin había comprado.

— Que bonito — exclamé acariciándole la cabeza a la niña, tratando de contener el impulso de gritarle a Hanbin.

— Hola Hyungwon, que sorpresa encontrarte, no me dijiste que venías — dijo Jihyo en tono sarcástico — ahora que recuerdo, sí lo mencionaste, creo que lo olvidé, tú sabes, mucho trabajo, pero qué bueno que nos encontramos, ya estaba harta de mentirte.

— Hyungwon, déjame explicarte — intervino Hanbin soltándola de la mano y yo me enderecé.

— No, tú no le vas a explicar nada, lo voy a hacer yo. Ya es hora de que sepa la verdad, mi amor, diez meses ignorándolo es demasiado tiempo, ¿no crees? Y como tú no te decidías a terminar con él "acordé" este encuentro "casual".

— ¿Cómo pudiste? — exclamó él mirándola molesto, yo simplemente no podía hablar.

— No me dejaste otra alternativa, me dijiste que en las vacaciones terminarías con él y no lo hiciste, ya me cansé de compartirte, de ser la otra, de vernos a escondidas los fines de semana. —se giró hacia mí. — Sí, Hyungwon, esos supuestos viajes de trabajo eran a mi casa, ahí dormía los viernes y los sábados. — agregó volteando a verme.

¿𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞? ►︎ 𝟐𝐰𝐨𝐧 [ ADAPTACIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora