Anécdotas de un poeta menor

Debería dejarte ir.

Debería dejarte ir
junto con tu sonrisa
con tu mirada penetrante
con cada una de tus palabras
las de adeveras y las pequeñas grandes mentiras

Debería dejarte ir
cuanto antes
te confieso tembloroso
que cada día que haces que te quedas
cada hora que finges aún estar
cada segundo que viene pero no va siento amada mía
que ya distante estás

Debería dejarte ir
ni el más loco
ni más cuerdo
de todos los hombres
permitiría semejante
intermitencia
sugerente compañía
amistad, sexo, vacío
debido a que haces que te vas
así como haces que vienes
pero en cada tramo te detienes
me miras, sonríes, sonrió
manipulas, disfruto
aunque duela amada mía
tu intermitencia es la más detestable y fascinante compañía.

-Rantés