Cambio de aires

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-Pasatelo bien y disfruta, cariño. Y abrígate que después no me haces caso y me llamas quejándote de que estás resfriada.

Ruedo los ojos con una sonrisa, lleva unos veinte minutos repitiendo lo mismo.

-Mama, pareces un disco rayado.

-Ya veras como me llames preguntando que tienes que tomar para el catarro, la gripe o lo primero que cojas.

-Que va, yo estoy sana como una manzana.

-Ahora sí, pero dentro de un mes seguro no.-me mira duramente de broma y yo rio-

-Tu intenta disfrutar en Neva York y si tienes un poco de piedad en tu hija, comprale un imán en las tiendas de souvenirs.

Mama sonrío.

Siempre le pido imanes. Tengo un cajón del closet lleno de ellos.

-Coge la maleta y vete, que llevan diez minutos esperado. Y no olvides modales, que tienes peor humor que tu padre, al final os echan del pueblo.

-Es que los de allí son raritos.

-Puede que la rarita seas tú...

-Bueno, pena que me parezca a ti.

En verdad, era una copia de mi padre, pero me encantaba molestar.

-Yo dría que te pareces más a tu pad... ¡Pero coge la maleta que llegas tarde!

-¿Eh? Ah, sí.

Subo lo más rapido que puedo las grandes escaleras de mármol, bueno, lo más rápido qué mis tacones me permiten. Debería a ver escogido unas zapatillas para el avión.

***

Mientras que nos alejamos pienso en todo lo que estoy dejando atrás.
Bueno, solo me voy tres meses, pero se entiende.

Ashley.

Sí, en ella estaba pensando.

Mi mejor amiga, esa amiga que te haces cuando te dan biberón y te limpian el culo.

Nos conocimos un día de octubre, cuando a ella le estaban cambiando el pañal y yo la estaba mirando, desde muy cerca. El ayudante de la guardería, se despistó para ir a buscar más papel y para cuando me di cuenta, Ash me había cagado en la mano.

Sí, una historia muy bonita.

Yo no recuerdo eso, pero sí mis padres, los cuales tuvieron que ir para cambiarme de ropa porque me había manchado también el body.

Estoy pensando en ella porque, normalmente, en mis peores noches, ella está ahí apoyándome. Haciéndome compañía para después, ver The Vampires Diaries por sexta vez.

Sí, eramos unas adictas a Damon Salvatore.

Pero bromas aparte, la iba a echar de menos, mucho.
Ya me comería la cabeza más tarde, acabo de salir de casa.

Cosas de sobre pensar.

Sí, gracias por recordármelo guapa.

De nada, para eso están las conciencias.

Capulla.

***

El viaje transcurre en silencio, mi papa y yo cuando viajamos, solemos estar en silencio, a veces es un poco incómodo o no muy agradable como ahora, pero tampoco está tan mal.

Todo fue élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora