Capítulo 12

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Token Black

Esperé a Clyde a la hora de salida frente a la enfermería esperando que salga hasta que lo hizo, pareció tener un rostro perdido y preocupado pero a la vez pensativo. Al momento en el que me notó mostró una sonrisa coqueta levantando una de sus cejas.

- Y bien~ ¿De qué hablabamos antes en el aula?

- ¿Qué te dijo la enfermera?

Cargaba su mochila, no quería que hiciera esfuerzo por ahora.

- Dame la mochila para cargarla.

Dijo extendiendo su mano.

- La voy a cargar por mientras, no te preocupes.

Caminamos hasta quedar a la par de nuestro grupo, esperé que respondiera mi pregunta.

- ¿Qué te dijo la enfermera?

- Dijo que solo intentara descansar un poco más.

- Y espero que lo cumplas.

- Si, si..

Dió un gran suspiro junto a un gruñido, sentí algo rozar con mi mano y cuándo le di atención noté lo cerca que estaban nuestras manos, sólo levanté la cabeza nuevamente poniendo mi brazo alrededor de sus hombros.

- Anda Clyde, despierta esos ánimos.

Me mostró una sonrisa algo forzada que ya hasta parecía deprimente, lo vi directamente a los ojos y puse mi mano en su cabello acariciando este.

- Tu pelo es lindo, suave y castaño.

- Ahm.. ¿Gracias? Jeje.

Se encogió de hombros mirando a otra parte.

- ¿Acaso lo incomodé? -

Clyde Donovan

En el momento en el que sentí cómo mis mejillas se calentaban me giré, toqué mi rostro completamente caliente, intentaba no mostrar ninguna reacción, no entendía porque me puse tan nervioso por un halago.

- Entonces... Te gustan los chicos divertidos, casi siempre y que les gusta la comida mexicana.

- Si...

Me mantuve en silencio mirando el suelo

- Al fin se tu secretito, Token.

Reí en tono burlón pero amistoso sin intenciones de hacerlo sentir incómodo, no sabía que decirle pues sinceramente en una parte profunda de mí deseaba no haberlo sabido pero a la vez quería saber, era tan raro que no poder expresarlo me generaba un nudo en la garganta tan incómodo que me daban ganas de llorar de la desesperación pero no era el momento, no se trataba de mí

- ¡Ni siquiera se trataba de lo que yo sentía y ya lo involucre! ¿Me estoy volviendo loco? No se trataba de mis sentimientos y de alguna forma hice que se fijara en mi.. ¿Por qué me pasa esto? Ataques tan repentinos por algo tan sencillo cómo que a mi amigo le guste a alguien...Pero ¿Por qué yo no? -

- ¿Clyde?

Me giré asustado viendo a Token con una expresión preocupada, puso su mano en mi hombro

- ¿Pasa algo?

- N-no, vamos, cuéntame ¿Por qué te gusta esa persona?

Nos quedamos quietos y acercó su mano a mi rostro, deslizó su dedo pulgar por mi mejilla retirando una lágrima, me avergonce tanto que me apuré en limpiar mis ojos. No quería, no quería que Tolkien estuviera con alguien, no me gustaba la idea de verlo con alguien.

- ¿Estás bien?

- Te gusta porqué... Es muy amable cómo tú, seguramente.

- Clyde

- Oo quizás muy atractivo.

Hice una pose y levanté mis cejas

- Clyde, escúchame

- O muy intelectual

- ¡Clyde!

Me encogí de hombros por el grito y sobe mi brazo con nerviosismo de lo que me diría

- ¿Te sientes bien?

- Obvio.

Mostré una gran sonrisa ante él pero me abrazó en silencio, primero intenté alejarme mientras reprochaba de que me soltara pero no lo hacía, me quedé quieto encogido y tímido, acarició mi cabello con suavidad y tanto cariño que por un momento me sentí bien, de alguna forma, lo abracé con fuerza y apreté su ropa comenzando a llorar con fuerza mientras con disimulo me llevaba a un lugar más privado, no me despegaba de su pecho y no me quería apartar me sentía tan confundido y traicionado por alguien pero no sabía de quién, me sentía tan vulnerable pero no me quería apartar porqué él hacía que me sintiera protegido mientras yo era vulnerado.

- L-lo siento tanto.

Dije entre sollozos, no volví a decir nada más por mi llanto tan escandaloso mientras ambos estábamos encerrados en un baño, él seguía acariciándome y abrazándome. Fue cómo si un aroma de café cargado y caliente me rodeara era reconfortante sentirlo, me gustaba.

- ¿Qué pasó?

Me preguntó con una voz de sincera preocupación, cómo si nunca nadie me lo hubiera dicho en verdad, empecé a llorar tan fuerte que no podía oír mis propios pensamientos reprochandome por ser un llorón, egoísta que lo piensa todo y se siente juzgado la mayoría del tiempo. La empatía que estaba teniendo por mí me hacía sentir especial que me daban tantas ganas de llorar de sentirme amado. Intentó hacerme respirar a la normalidad pero mis quejidos volvían de forma entrecortada, no se rindió y me dió una botella de agua dándome algunas indicaciones. En ningún momento me dijo "cálmate" porqué si lo hubiera hecho no me hubiera tranquilizado, al contrario me conversaba con cariño y validando mis emociones, diciendo cosas lindas de mí. Aun que si fuera otra situación probablemente estaría arrancando mi cabello y tirando cosas por doquier

- Siempre voy a estar para ti, aún que todo se vaya en tu encima ¿Si?

Asentí con timidez sin dejar de temblar y llorar, al menos había podido respirar aún que sea un poco. Estuve callado por un rato aparentemente ya se me había pasado, dentro de mí no podía creer que alguien había sido capaz de quedarse conmigo y no decirme "Hablemos cuándo se te pase" Fue algo tan simple que me hizo explotar.

- Gracias.

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Perdón si estuvo feo el capítulo, gracias por leer.

₍⑅ᐢ.𝘿𝙚𝙨𝙘𝙪𝙗𝙧𝙚𝙡𝙤.ᐢ⑅₎ •𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora