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Caperucita muy preocupada por como su abuela se tomaría la noticia que le iban a dar, le dijo al lobo
—Debemos ser cautelosos.
El lobo simplemente asintió y ambos entraron a la casa de su abuela. Después de unas horas allí Caperucita se decidió a decirle esa tan esperada noticia.
—Abuela... El lobo y yo estamos enamorados.
Su abuela solo se quedó mirándola y de repente echó a reír a carcajadas.
— Ay querida. ¿Por qué crees tú que yo vivo en una casa en medio del bosque alejada de todo?

Cuentos para monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora