🧾Capítulo 14🧾

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Dos personas que huyen de un mismo sentimiento,

huyen en la misma dirección.

Capítulo 14.

Michelle.

Recuerdo que de niña quería muchas cosas.

Una muñeca.

Ropa limpia.

Zapatos.

Comida todos los días.

A mamá y papá.

Más lo último que todo, quería una mamá.

Quería ambos.

Tal vez por eso siento tanta culpa por no haberle dicho sobre nuestro hijo. Tal vez por eso mi pecho se oprimía de dolor y angustia por llegar a pensar que mi hijo podría estar bien sin su padre.

¿Qué clase de madre soy?

Axel lo dijo, soy una madre egoísta, una madre que tuvo que recordar noche tras noche lo que se siente no tener padres para poder decidir contarle al hombre que quiere que tendrá un hijo.

Tuve que revivir mis pesadillas, para darle a mi hijo su padre.

Y aún así, a último minuto no le dije nada.

—Entonces, ¿el bebé es de Arthur? —asiento dando un leve suspiro.

Frida permanecía quieta, mirándome con un rostro serio y confundido. Para al final mostrar una sonrisa pequeña que me hace fruncir los labios.

—¿Por qué sonríes así? ¿Te estás muriendo? —rueda los ojos negando.

—Claro, mi sonrisa de "siempre lo supe" es porque me estoy muriendo justo ahora. Por supuesto.

Ruedo los ojos ahora yo, conocer a Frida fue algo inesperado. Bueno, no del todo. Siempre supe que si tenía que confiarle a alguien el caso de mi hermano sería a un gran abogado.

Creía que solo nos reuniríamos para eso. Solo para eso.

Pero resulta que Frida es agradable, es buena persona. Tiene una energía muy linda que me dice que puedo confiar en ella como amiga.

Y quiero creer que le transmito eso también. Me ha estado apoyando no solo en lo de mi hermano, sino también en mis problemas. Me escucha, y espera a que le pida opinión para que me dé su punto de vista.

Es una gran amiga. La primera que hago en todo esté tiempo.

—¿Cómo que siempre lo supe?

—Nena, eres la esposa del hijo del dueño de Empresas Müller. Tu rostro está en más revista de la que puedo leer. Eres famosa. Por lo tanto, todo el mundo puede apreciar cómo miras a Arthur Müller en una entrevista y demás...

Rasco mi cabeza haciendo un puchero, estoy desconcertada. Las pocas entrevistas en las que participé con Arthur no hablaba mucho, pedido que exigí al momento de hacer el trato. Solo decía algunas cosas que no tenían mucha importancia.

—¿Eso qué importa? —cuestiono alzando los hombros.

Frida suelta un suspiro, negando. He descubierto que tiene mucha paciencia, al menos conmigo así es. Es bastante objetiva y directa, aunque reservada.

Muy reservada.

—No miras a Axel como miras a Arthur —finaliza.

Provocando que comience a toser de manera exagerada con sus palabras, ya que había decidido beber del jugo de frutas que pedí apenas llegué a la cafetería. Un pastel de chocolate estaba en la mesa acompañando el jugo. Frida pidió un café.

Divorcio por el contrato (1) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora