Poemas y textos

A mi familia

Sí, desearía haber nacido en otra familia. No pido mucho, tampoco pretendo haber nacido en una familia llena de grandes artistas, un padre escritor, una madre actriz, primos músicos que me puedan dar consejos, algún que otro tío que toque el piano y pueda ayudarme a aprender de forma mucho más sencilla. No, no pido tanto, simplemente me hubiera gustado nacer en una familia en la que no me costase tanto ser yo mismo, en la que pudiera expresarme con facilidad, en la que no me sienta juzgado todo el tiempo, no sentir esas miradas de "no entiendo como te puede gustar eso" o sentir cuando quieren aparentar  que te "apoyan" pero no es más que un "no entiendo ni me gusta lo que haces pero bueno, sos de mi sangre".

Sí, me tocó nacer en una familia aburrida, básica, en la que nadie tiene siquiera un título, una pequeña carrera, un cursito de unos meses, y sin embargo, todos saben todo, todos hablan, todos opinan sobre cualquier tema,  todos saben tanto de la vida. ¿Cómo lo hacen? Hablan con tanta seguridad, como si fueran dueños de la razón, y yo,  en las juntas familiares, no soy capaz de dar una opinión. No los odio, no tengo rencor, de hecho, los quiero mucho a todos, pero nos entendemos tan poco, ¿soy el distinto o el raro? Siempre me lo cuestioné, ya que en una familia futbolera, llegó un momento en que ya no me sentía parte, no me interesaba más jugar a la pelota, ¿y cómo se lo iba a decir a mi viejo? ¿cómo se lo iba a decir a los demás? Si desde tan pequeño, con solo cuatro años, mi viejo me llevó a una cancha de fútbol y así empecé a jugar.

Tardé catorce años para darme cuenta de que eso no era lo que me llenaba, lo que quería en verdad. ¿Y cómo explicarle a todos que no me interesa "llegar a primera"? Como explicarles que conocí un nuevo mundo, que me gusta el teatro, la literatura, que prefiero una tarde solo leyendo un libro a una tarde mateando mientras hacemos como que todos sabemos de todo y hablamos sin saber, como explicarles que prefiero ir a una clase de teatro antes que ir al gimnasio, que prefiero estar solo, hasta incluso sin hacer nada, pero solo, a pesar de estar rodeado de un ambiente totalmente familiero.

Los odio, porque siempre me quisieron hasta cierto punto, cuando notaron que era muy diferente a ustedes, no solo no me supieron entender, se alejaron de mi, prefirieron no decir comentario alguno, se hicieron los boludos. Nunca sentí el apoyo de ninguno, y yo estaba perdido, rodeado de amistades que no quería, en un ambiente en el que ya no quería estar, en el que ya no me sentía parte.

No, no los odio, de hecho, les agradezco, quien sabe, quizá si nacía en una familia llena de artistas hubiera preferido ser futbolista, y yo prefiero mil veces más ser artista a ser futbolista/deportista, prefiero que todas mis habilidades y todas las cosas que me sirvan para vivir de lo que hago salgan de mi cabeza, y no de mis músculos ni mis piernas ni mi cuerpo en general.

A mi familia, los quiero (a la distancia por favor), a pesar de estar en ejes tan diferentes.