1- Conociendo el amor

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Una oji jade terminaba su rutina de baño cepillando su sedoso cabello negro recogiéndolo en una coleta alta.

Una vez más analizo su imagen en el espejo, aunque miles de personas le dijesen que era hermosa ella no lo veía así, no es que no se considerará bonita, si no que no se consideraba lo suficientemente bonita.

Su cabello era largo y sedoso, sus ojos eran afilados adornando sus orbes verdes como las mismas esmeraldas, sus facciones eran finas como una muñeca de porcelana, sus pestañas eran largas y onduladas, sus labios eran rojos y carnosos, su nariz era pequeña y respingada, sus pómulos siempre tenían un tenue color carmín ¿Entonces por qué sentía que faltaba algo?

Era bonita, pero no lo suficiente.

¿Cómo competiría con alguien de sangre real? Ella solo era una heredera de un viejo clan que tenía algunos milenarios a su mando.

Ella nunca podría competir contra alguien de la realeza, contra Luci Stanford.

Un suspiro de resignación salió de sus labios y dejo el cepillo en su tocador, una vez más arreglo su falda de color negro, aún no se convencía del todo, no era la ropa que utiliza a menudo, era la ropa que su padre compro para ella.

Un suspiro de resignación salió de sus labios y dejo el cepillo en su tocador, una vez más arreglo su falda de color negro, aún no se convencía del todo, no era la ropa que utiliza a menudo, era la ropa que su padre compro para ella

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Para ganarle a la realeza tienes que vestirse como tal!—

Otro suspiro salió de su boca y salió de su habitación donde su cuidador ya la estaba esperando.

Hikaru Yabami. Un hombre de 26 años de edad, cabello verde olivo, ojos onix, fornido y con el seño fruncido. Vestía unos pantalones de mezclilla y una camisa pegada al cuerpo sin mangas luciendo su cuerpo bien formado.

El hombre estaba recostado en la pared hizo una reverencia —Melissa Hime, ¿Está lista?

La fémina asintió —Vamos lo más rápido posible al centro comercial, no quiero que los paparazzi se enteren que estamos ahí, me dan jaqueca.— ella dió media vuelta y empezó a caminar siendo seguida por el hombre dos pasos atrás

Bajaron las escaleras hasta llegar al primer piso donde toda la servidumbre hacia sus quehaceres, todos al ver a la princesa hicieron una reverencia hasta que la mencionada y su cuidador salieron de la gran mansión Bami.

Ahí el hombre abrió la puerta del copiloto para la fémina y la cerró cuando ella entro en la camioneta blindada. El subió del otro lado y dió inicio al recorrido.

 El subió del otro lado y dió inicio al recorrido

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Es cosa de tres [Souta Kawata x Oc's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora