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Shen Yuan, no sabía qué hacer. -Mierda, mierda!!!- De un momento a otro había vuelto a su vida anterior, como si solo hubiera sido un sueño, parecía que, todo ese mundo nuevo en el que había vivido tanto tiempo, en donde conoció nuevas amistades, ese lugar en el cual se había llegado a enamorar, no era más que... una fantasía.

-¿No me habré vuelto loco?- Yuan se preguntaba a sí mismo.

Había una pequeña posibilidad de que en verdad todo fuese un sueño, aunque uno muy largo y vivido. -Pero... no consumí nada antes que me hiciera alucinar todo, ¿verdad?-

En un último intento de mantener su cordura intacta llamó a su mayor enemigo, el sistema.

-Hola, ¿sistema?, ¿Sigues ahí?-

Nadie respondió, pero no iba a dejar de intentarlo, no sabiendo que podía ser su última esperanza.

-Sistema, ¡hey!, ¡te estoy hablando!-

Cualquier persona que lo llegase a escuchar gritándole a la nada pensaría que se estaba volviendo loco, o bueno, quizá ya lo estaba.

Justo cuando la situación comenzaba a volverse desoladora, una pantalla verde apareció justo frente a él.

[[REINICIO DE SISTEMA EN 3 DÍAS, HASTA NUEVO AVISO NO PODREMOS COMUNICARNOS CON EL USUARIO, DISFRUTE SU ESTADÍA EN SU MUNDO ORIGINAL]]

-Eh?- Shen se quedó pasmado al leer esa información, no era en absoluto lo que esperaba pero al menos era una prueba visible de que las cosas que había pasado fueron, en cierta manera reales.

Lágrimas comenzaban a caer sobre sus mejillas, todo esto lo había sobrepasado. Librándose de esa máscara llamada Shen Qinqiu ahora no había nadie para verlo ni juzgarlo si lloraba, o se mostraba siendo humano.

Ya no tenía que actuar como ese maestro etéreo del pico Qing Jing, ahora solo era Shen Yuan, el nini otaku que pasaba sus días leyendo novelas semental en su habitación. Y no es que eso estuviera mal, si no que extrañaba su vida de fantasía, joder, ¡extrañaba más que nunca a su esposo!.

Sentirse de esta manera era raro, por no decir vergonzoso, pero en algún punto ese discípulo llorón se había conseguido un lugar muy grande en su corazón.

Estuvo media hora llorando, recordando y anhelando, hasta que se quedó totalmente dormido.

Mientras tanto en otro universo las cosas se volvían algo caóticas...

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-SHIZUUUUUUUNNNNN- Luo Gritaba a diestra y siniestra aún sabiendo que ese acto podía no funcionar.

Momentos antes, él y Liu Qingge habían ido a buscar al maestro Shang Qinghua, cosa que para su sorpresa fue de nula ayuda, debido a que no se encontraba ahí y en su lugar solo estaba un demonio de hielo igual o más confundido que los dos mencionados anteriormente.

Rápidamente Mobei Jun se unió a la búsqueda de su superior, sabiendo que tres cabezas piensan mejor que una, eso solo si Liu no los abandonaba a mitad de camino para indagar solo.

En realidad para nadie pasaba desapercibida la fricción entre ambos adultos, lo sorprendente era el hecho de verlos a ambos trabajar juntos, cosa que pasaba muy pocas veces.

-Piensa Binghe, piensa, ¿dónde podría estar Shizun?- Se decía a si mismo mientras llevaba a su mente al límite buscando entre sus memorias alguna pista de dónde sería el posible paradero actual de su esposo. -Yue Qingyuan...- Murmuró para si mismo.

-¿Qué?- Qingge preguntó un poco exasperado -Si tienes alguna idea de dónde podría estar no te la guardes para ti mismo-

-Creo que podría estar con Yue Qingyuan, no estoy totalmente seguro que esté ahí pero... no perdemos nada intentando. Andando, el día todavía es joven, debemos hallarlo lo más pronto posible-

Su tono de voz, inicialmente titubeante había cambiado, ahora un poco más esperanzado y seguro emprendió su camino, con ayuda extra (que en realidad no creía necesitar) en búsqueda del amor de su vida.

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-Shizun!!- Luo irrumpió en la casa del maestro de secta, casi atravesando paredes, de no ser porque Qingge lo agarró de la ropa y lo jaló hacia su lado interrumpiendo su andar -Idiota! Ten más respeto hacia el lider-

Al terminar la frase se percató de la presencia del mencionado y no tardó ni un segundo en hacer una reverencia en señal de respeto.

-Maestro del pico Bai Zhan, Luo Binghe, Mobei Jun, ¿a qué se debe la inesperada visita?-

-¿Aquí se encuentra Shizun?- Preguntó el mitad demonio

-Qi Ge, qué es todo este rui-, ¡TÚ!- Jiu solo salió a averiguar qué estaba pasando pero en el momento en el que vio lo que sucedía se sintió, incómodo, disgustado, arrepentido de haber salido.

El mismo chico que por la mañana lo había besado estaba aquí, pero no estaba solo, lo acompañaba su shidi, una de las personas que más odiaba de toda China.

Verlos a ambos juntos le causaba tal repulsión que las náuseas comenzaban a surgir.

Desde otra perspectiva, al observar a la persona que acababa de unirse a la conversación los ojos de Binghe se iluminaron de tal forma que parecía un niño de nuevo, ver a su alma gemela después de los sucesos de hacía unas horas le alegraba la vida por completo.

No tardó en acercarse a su lado en un intento de abrazarlo, solo para ser rechazado fríamente por la otra parte.

-Eh? Qué sucede?- El chico vestido con túnicas rojas se veía confundido, hasta que algo hizo click en su mente... esa persona no era su esposo.

Su semblante se tornó oscuro -No... un momento, tú no eres Shizun... quién eres?-

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Dijo la frase, la dijoooo aaaaa, bueno eso se me ocurrió de último momento y me gustó mucho como quedó jsjs.

Shot por cada vez que Luo halla dicho Shizun en el capítulo, alguien contó cuantas veces fueron?

Mientras pensaba, se me ocurrió que Liu Qingge en este fic está enamorado unilateralmente de Shen Yuan, algo triste pero siento que de esa manera puedo escribir mejor a su personaje.

Díganme que les está pareciendo el fic, me gustaría aprender de sus comentarios y mejorar en el camino, significaría mucho para mí leer sus comentarios.

Bueno, sin más que decir, nos vemos en el siguiente capítulo <3

K~

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2023 ⏰

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Quién eres? (BingYuan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora