𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗢𝗦 | "Te he amado desde siempre y seguro nunca dejare de hacerlo."
Billy y Jade son mejores amigos desde California, ambos deciden mudarse a Hawkins e iniciar nuevas amistades después de unos problemas familiares.
Billy siendo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝟭𝟵𝟴𝟰
— Unos besos más y ya.
Jade sostenía la chaqueta recién comprada de Hargrove juguetonamente. Tenía la mirada fija en esos ojos azules que tanto amaba, hasta que juntó sus narices de forma amorosa. Su llegada a Hawkins después de dos días en California, había marcado un gran hueco en ambas familias y aún siendo conscientes de lo que les esperaba, no querían despegarse uno del otro. Decir que no estaban felices sería una completa farsa, no se arrepentían de haber escapado para vivir los momentos más lindos que sus mentes podrían recordar. Así que relajándose por ello, se tomaron unos minutos para besarse en el auto, estacionados a unas cuantas cuadras de sus hogares.
— Serás la niña más linda del baile. — susurra el de rizos, sosteniendo su mentón con suavidad. — Me encantaría llegar a la puerta de tu casa pero... ya sabes cómo son las cosas.
— Tú aparentemente sigues con Verónica, lo sé. — suspira, apresando su labio inferior. — Pero aún así, hoy será nuestra noche.
— Nada podría cambiarlo.
— Exactamente. — le da un último beso, agarrando la manija del auto para salir. — Te amo.
— Lo sé.
— ¡Billy! — regaña, rodando los ojos. — Se dice: "Yo más".
— ¿En serio? — arquea una ceja, haciéndose el incomprendido.
— Eres un odioso. — sale del auto, ocultando la pequeña sonrisa. Lo mira desde afuera, haciendo una pequeña señal con sus manos para que no diga lo que estaba a punto de murmurar. — Dilo en la noche.
Billy le guiña de manera coqueta, besando su mano con dulzura. — Así será. — la suelta, tomando las llaves de su auto. — Tengo una sorpresa para ti.
— ¡Dame una pista!
— Nada, la curiosidad mató al perro.
— ¿Perro? — ríe, tapándose los labios porque es muy temprano para despertar a los vecinos. — Es gato, bobo.
