El Vasto del Blanco

Capítulo 52

Brans sabía que hoy no iba a ser un buen día. Ya se había sentido avergonzado por no haber podido participar en una pelea con su Señor en la ciudad falsa de Karakura, y ahora estaba actuando como escolta de alguien con quien preferiría no estar asociado.

Brans se quejó mientras caminaba penosamente por la arena de Heuco Mundo. Era un hueco de tipo cuervo humanoide de más de tres metros de altura. Las plumas cubrían su cuerpo sobre los muslos y los antebrazos, mientras que las escamas cubrían las espinillas y la parte superior de los brazos. Sus pies eran garras y sus manos estaban cubiertas por capas de una gruesa armadura de placas de hueso.

Tenía grandes alas de plumas blancas que brotaban de sus omóplatos y se extendían por una longitud de seis metros. Por lo general, prefería revolotear de un lugar a otro, ya que se sentía obligado a plegar las alas, pero hoy fue una amarga excepción.

Con el hombro caído, Bran sintió ganas de golpear su cara con máscara de pájaro contra una roca, aunque solo fuera para dejar de pensar en el hecho de que estaba actuando como escolta de Baraggan hacia las tierras del Vasto of White. Nunca en su vida se había imaginado a sí mismo haciendo tal cosa, especialmente cuando Baraggan tenía la audacia de desafiar constantemente a su Señor en la batalla.

Sin embargo, Brans sabía que tenía una deuda de gratitud que pagar, y la solicitud de Baraggan estaba dentro del rango de tolerancia de Brans. Ni puso en peligro el gobierno de Shirou, ni buscó desestabilizar las relaciones dentro del territorio. En todo caso, a Brans le sorprendió que Baraggan le pidiera algo que parecía tan trivial.

Brans miró a Baraggan y no vio la estructura esquelética ataviada con una espeluznante túnica púrpura a la que estaba acostumbrado, sino la figura de un anciano curtido en la batalla. Por otra parte, Brans todavía se sentía molesto porque todos los huecos que estaba acostumbrado a ver a diario ahora parecían humanos con máscaras rotas.

Arrancar, habían dicho sus amigos que se llamaba la transformación.

Y de repente, Brans se sintió excluido. Debido a que se estaba recuperando de sus heridas, decidió no molestar a sus colegas y se fue volando para encontrar un lugar aislado para recuperarse. Eso significaba que se había perdido el día en que todos se habían convertido en Arrancar. Si quería ganar más poder como todos los demás, tendría que preguntarle a Aizen, lo cual no era poca cosa para Brans. Todavía desconfiaba de los Shinigami en general, y Aizen sin duda era un Shinigami.

"¿A quién dijiste que estabas buscando de nuevo?" Brans le pidió a Baraggan que aclarara.

Baraggan no parecía divertido. Las arrugas sobre su apariencia envejecida solo se hicieron más prominentes a medida que su paciencia comenzó a agotarse. "Coyote Gingerbuck", dijo con frialdad.

Un aire de energía espiritual púrpura rodeó a Baraggan como una antorcha encendida. Conociendo la naturaleza letal del poder de Baraggan, Brans aceleró el paso y advirtió a otros Arrancar que abrieran paso para que Baraggan no perdiera los estribos como se sabía en el pasado.

"No conozco a un Coyote", admitió Brans para gran disgusto de Baraggan. Pero seguro que lady Harribel y los demás lo sabrán.

Brans sintió que el aura de Baraggan retrocedía aunque solo fuera un poco después de escuchar la alternativa, pero eso fue suficiente para Brans. Un toque de la energía que exudaba Baraggan y la muerte era segura.

Brans no podía entender cómo su Señor podía llevarse bien con Baraggan. De hecho, Brans pudo ver que Baraggan hubiera preferido la presencia de Shirou en lugar de la suya. El anciano trató a todos los demás, excepto a Shirou y a sus subordinados cercanos, como prescindibles. Bueno, recientemente la actitud de Baraggan se había suavizado después de que dejó de llamarse a sí mismo Dios-Rey, pero los viejos hábitos tardaron en desaparecer.