El Vasto del Blanco

capítulo 76

Del escalón superior restante de Yhwach, solo quedaban dos, uno era Askin Nakk Le Vaar.

Askin era un hombre larguirucho, ni demasiado corpulento ni demasiado musculoso, pero más cercano a una ramita. Sí. Una ramita debido a la naturaleza holgada de la ropa que vestía. Sin embargo, al perder su capa, uno sería testigo del físico de un velocista debajo de la camisa blanca de manga larga que vestía.

Su cabello era de un color oscuro y peinado hacia atrás con una especie de pomada que hacía que su flequillo pareciera casi pulido. Su mandíbula era cuadrada y sus pómulos denotaban una expresión juguetona, casi exagerada, contrastada con un comportamiento relajado. Su espalda estaba constantemente encorvada, y su brazo metido en los bolsillos de sus pantalones holgados.

Sin embargo, su comportamiento había cambiado gradualmente mientras tomaba nota de las otras batallas que ocurrían a su alrededor.

Si la muerte de Perdina fue suficiente para causarle inquietud, entonces la muerte de Lille lo desconcertó. Lille era el capitán del escalón. Su derrota fue más un golpe para la confianza de Askin de lo que estaba dispuesto a admitir, y todo fue culpa de ese traidor.

¡Estallido!

!$!#$#!

Askin maldijo, mirando fijamente el rayo amarillo de aniquilación que casi lo golpea. Un giro de bailarina fue todo lo que logró salvarse del golpe.

"¡Como dije, mujer!" Askin refunfuñó, dándose palmaditas apresuradamente en el trasero para apagar el fuego causado por un roce de la explosión anterior. "¡Solo deja de dispararme por un minuto! ¡Es todo lo que pido!"

¡Estallido!

Otra explosión destruyó el suelo bajo los pies de Askin y lo envió dando tumbos por el aire. "¡Perra loca! Casi me atrapa de nuevo".

"..."

En lo alto, los rasgos frígidos de Harribel se volvieron más fríos mientras apuntaba con la punta de su espada hacia Askin. La espada ahuecada pulsó con otra oleada de energía espiritual, y un cero con forma de aleta de tiburón salió disparado.

"¡Oh, vamos!" Askin se zambulló hacia adelante, dando tumbos por el suelo antes de salir disparado y correr, dejando una estela de polvo y escombros formando una nube detrás de él.

Harribel rechinó los dientes. A pesar de todas las fanfarronadas de Askin, Harribel no dejó de notar que Akin había logrado esquivar todos los disparos que había disparado. Los reflejos y la agilidad mostrados fueron suficientes para al menos colocarlo en el lado de la precaución. Más allá de su personalidad demasiado excéntrica, muy bien puede haber un peligro sustancial.

"¡Oh, el tipo silencioso, conozco a los de tu clase! ¡Tratando de actuar de manera fría y distante! ¡Qué mentira! ¡Ustedes bastardos son simplemente antisociales!"

¿Quizás solo estaba pensando demasiado?

La frente de Harribel se contrajo, sintiéndose más irritada que confundida. Era la primera vez que se encontraba con un oponente tan animado en medio de una pelea. ¿Estaba tratando de provocarla? Lo sentía, pero no caería en algo tan rudimentario.

Frunciendo los labios, Harribel decidió posponer su forma de liberación, sabiendo que su uso resultaría de gran ayuda, ya que la curaría de todo el daño una vez que se activara por primera vez. Además, contra un oponente que no había logrado darle ni una pizca de aprensión mientras peleaba, parecía ser demasiado desperdicio.

Además, no podía decir si Askin estaba huyendo de ella por el simple hecho de huir, o alargando la distancia entre ella, sus aliados y el efecto que Silent estaba teniendo sobre ellos.