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Pov: Sanemi
Me encontraba preparando el desayuno para llevarle a Himejima,era demasiado temprano y el había vuelto de una misión hace poco por lo cuál estaba cansado.
Mientras me ponía el delantal para no ensuciar mi ropa comenzaba a amasar la mezcla podía oír detrás de mí unos sonidos muy reveladores,me tomó por sorpresa el sentir unos enormes brazos rodeando mi cintura alcé la vista para encontrarme con aquel buda adormilado. -Buenos días.- dije sabiendo que recién había despertado.
-Buenos días Sanemi- sus manos abrazaron lentamente la cintura de su esposo,se agachó para así llegar al rostro del más bajo y depositar un dulce beso en sus labios.
El albino correspondió gustoso al beso del pelinegro cuando de repente sintió como una mano iba entrando bajó su yukata llegando hasta su pecho.
-Oee es muy temprano para andar tocando no te parece?.- observó de reojo al más alto quién sonreía inocentemente.
-Es inevitable aguantar por mucho tiempo,además los niños duermen...- se acercó amenazante hasta el cuello del más bajo y depósito unos cálidos y pequeños besos que se irían haciendo un recorrido poco a poco bajando la ropa de su hombro.
-Gyomei,no es moment...!- un pequeño y sonoro gemido escapó de su boca al sentir cómo el buda dejó una mordida en su hombro.
-Sigues siendo tan sensible cómo la primera vez...- se burló un poco del más bajo quién se encontraba avergonzado.
-¡Idiota!- volteó para ver al buda quién se sorprendió de su repentino movimiento, alzó su mano para golpear al azabache pero fue detenido por éste quién lo acorraló contra la pared.
-¡Sueltame!- exigió molestó.
-Sanemi baja la voz los niños duermen-
Sanemi se quejó,en ese instante fue cuando Gyomei comenzó a besar nuevamente a su pareja al principio Sanemi se negaba pero minutos después volvía a caer,tomó al buda por su haori atrayendo lo más a su cuerpo haciendo que sintieran más calor poco a poco,Gyomei cargó a Sanemi para dejarlo sobre la mesa con cuidado y seguir besándose.
De lo que no se percataron era de que estaban dejándose llevar demasiado ya que en un descuido su cachorro más pequeño llegó a la cocina,parece que uno de sus hermanos mayores se descuido del pequeño y este escapó gateando.
Aprendió la ubicación de la casa cuando comenzó a gatear ya que este tenía apenas un año y cinco meses.
Una vez que llegó a la puerta de la cocina tomó asiento allí,mientras abrazaba su pequeño peluche de osito decidió buscar con la mirada a su madre,de quien buscaba leche lo que no se esperaba era ver a sus dos padres de una forma un tanto ¿extraña?...
