Mi abuela decía que el amor duele, yo siempre reía y le respondía que no todo el amor lastima. A veces, si existen personas capaces de entregarlo todo y proteger ese lazo que los une a alguien especial. Aunque los bombardeen problemas a lo largo del camino, aunque las esperanzas sean pocas, hay personas que no abandonan el barco.
Y aún hoy, con el corazón roto, sigo pensando lo mismo. Tal vez a muchas personas nos toca la parte fea del amor, nos corresponde salir lastimados y sufrir, pero muy dentro de mi, guardo la esperanza de que no siempre salgamos lastimados. Guardo la esperanza de que existan las almas gemelas en algún lado del mundo, que alguien esté sonriendo mientras yo lloro.
Tal vez es una forma de tratar de disminuir mi tristeza. Siempre intenté pensar cosas bonitas cuando algo iba mal y hoy tampoco es la excepción.
Desde pequeña siempre me gustó el mar, me daba tranquilidad. El sonido de las olas lograba calmar toda la furia que se refugiaba en mi interior. Por eso estoy aquí, sentada en la arena mientras las olas mojan mis pies descalzos, el sol se esconde lentamente y gruesas lágrimas caen de mis ojos. Pensé que huir resolvería mis problemas, que alejarme por un tiempo borraría todo lo que estaba sintiendo, pero solo logré empeorarlo.
No debí dejar que pasara, pero a quien engaño, tarde o temprano iba a pasar.
—Erin.
La voz de mi tío logra sacarme de mis pensamientos y seco mis lágrimas con rapidez antes de voltearme y ver su rostro sonriente.
—Es hora de regresar a casa, sobrina —su voz desprende alegría, una que había logrado contagiarme durante todo el verano pero no hoy.
¿Casa? Allí ya no se siente como un hogar. Estuve sintiéndome como una extraña durante tanto tiempo y estar aquí me ha demostrado que me había olvidado totalmente de la persona que alguna vez fui. Mi mente viaja a nuestro último encuentro y el corazón se me encoje.
—Estás extraña, Er.
Su voz era como una melodía para mis oídos, pero últimamente me dolía escucharlo, verlo y estar cerca suyo
—Voy a pasar el verano con mi tío.
Él mostró una sonrisa y como siempre estrujó mi cabello.
—Es bueno que lo visites —estiró sus largos brazos y se acomodó un poco más en el sofá—. Cuando vengas nos iremos unos días de camping.
La emoción me llenó, extrañaba que pasáramos tiempo juntos y solos, pero el cristal se rompió al instante.
—Tú, Lana y yo. Será divertido.
Las lágrimas llenaron mis ojos, giré el rostro intentando ocultar mi tristeza y evitando que cayeran. Era inútil, todos mis esfuerzos por hacerme notar, por recuperar mi atención habían sido en vano. Koll no me veía, o si lo hacía, pero no como esperaba que lo hiciera.
—Pasaré todo el verano allá —anuncié y si rostro cambio totalmente.
—¿Estarás todo el verano en Brasil? —preguntó con sorpresa.
—Necesito un descanso.
Necesitaba alejarme de él.
—Tu madre dijo que te han preparado una fiesta de bienvenida —Mi tío parece más emocionado que yo por la idea.
Asiento, si pudiese quedarme por un tiempo más aquí lo haría. El tío Carlos me detiene mientras nos dirigimos a su coche y pasa su brazo por mi cuello.
—Eres fuerte, Erin, se que estás triste, sobrina, pero debes enfrentar el dolor.
Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. Ojalá fuese tan fácil.
—Estoy seguro de que vendrán cosas mejores, tu hogar te espera con las puertas abiertas.
En casa solo me espera mi corazón roto.
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Welcome
Bienvenid@sHola mis amores.
Esta historia ya va a empezar y solo espero poder con todo jjjjj.Poco a poco irán comprendiendo más de la historia y espero que les guste ❤️
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Amores Cruzados Y Otros Enredos
RomanceUna chica que ama las matemáticas Un perro Y dos chicos ¿Te animas a leer está historia de Amores Cruzados?