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Carlos y yo queríamos escapar, ideamos un plan,  pero uno de esos  hombres, arrepentido ya del tipo de vida que las circunstancias lo orillaron a llevar, escucho toda nuestra conversación.
El tipo moreno, alto, robusto y mal encarado nos dijo:- me dieron lastima les ayudare,  convencere a los demás de llegar antes para que no mueran, aceptamos el “trabajo”con miedo.

Llego el día y nos reunimos con el grupo de personas, que conforme a lo previsto, no quisieron hablar con nosotros, se disgustaron y se retiraron enseguida, cuando se dieron la vuelta, sacamos las armas y nosotros les  disparamos, en ese momento l...

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Llego el día y nos reunimos con el grupo de personas, que conforme a lo previsto, no quisieron hablar con nosotros, se disgustaron y se retiraron enseguida, cuando se dieron la vuelta, sacamos las armas y nosotros les  disparamos, en ese momento llegaron los refuerzos pero habíamos terminado con los negociantes,   quedaron asombrados pensamos que ahí  terminaría todo, que sacarían sus armas y nos matarían, pero vieron que teníamos talento y nos ofrecieron trabajar para ellos, al principio nos negamos, ya que nuestro objetivo solo era salvar nuestro pellejo (sobrevivir), pero después de que nos dijeran la cantidad de dinero que recibiríamos aceptamos, después de todo éramos dos solitarios, sin dinero para siquiera comer o tener un techo donde descansar.
Nos convertimos en parte de su organización, no sin antes dejarnos claramente el mensaje de que una vez entrando ya no hay regreso,  y que la única salida seria la muerte de una manera u otra.
Dos días después, platicando con Carlos, me confeso que  ya no quería seguir con esto, porque se sentía incómodo e inseguro pero lo convencí, era eso o la muerte, nuestras opciones eran limitadas.
Nuestros nuevos jefes nos contactaron, nos dieron una dirección en el centro, junto con las ordenes que debíamos ejecutar, el lugar era una cantina, la orden: matar a dos personas, fue algo fácil, teníamos las fotos de las víctimas, así que  llegamos hasta donde  estaban, sentados, disfrutando sus cervezas, alegres sin imaginar que esa era su última cerveza, su última platica, sus últimas risas, su ultimo día.
Justo después del primer disparo, me di cuenta que no venían solos, tenía un guardaespaldas, que sacó su arma, y me disparo,  me resguarde atrás de una mesa,  cuando estaba a punto de soltar el segundo disparo, imaginándome  que ya todo estaba perdido.
Vi a Carlos atrás de él, antes de que pidiera dispararme, le disparó justo en la cabeza.
En ese momento llegaron los refuerzo y terminaron con el trabajo, nos pagaron y se fueron, me di cuenta que podía contar con Carlos y desde ese momento fue mi mano derecha.
Nos habíamos hecho muy buenos en nuestro trabajo, nos tenían respeto y miedo en las calles, en corto tiempo subimos de rango hasta ser los jefes inmediatos, controlábamos y podíamos dar órdenes a los otros. Pero a la vez había alguien por encima de nosotros los  “Z” pensamos, derrotarlos pero sabíamos que sería algo difícil, encontramos una manera infiltrarnos en unos de sus camiones y entrar a su base ya teníamos todo planeado solo faltaba fecha y hora. Pero reflexioné de lo que haríamos, lo más probable era que falláramos en nuestro cometido, pensé en todas la maneras en que el plan  podía salir mal, no sabía que hacer necesitaba tomarme un tiempo, lo analice durante 2 días,  estaba muy confundido e indeciso pero al final tome el riesgo.
Llego el día y nos infiltramos es su base, comenzamos a matar uno por uno de la manera más  silenciosa posible, pero de un segundo al otro las cosas se salieron de control sabían que esta damos ahí, todos empezaron a disparar fue una batalla muy dura y complicada pero al final los derrotamos  pero a un costo muy grande perdimos mucha gente, pero  conseguimos ser los reyes de la ciudad, no había nada que nos podía parar.
En un tiempo hicimos más trabajos conseguimos muchos hombres todo era paz y felicidad. Un día empecé a sentir un gran vacío no sabía qué hacer, me convertí en un hombre sin  propósito lo teníamos todo y a la vez no teníamos nada, quería regresar al pasado donde tenía un propósito, proyectos y era feliz, en ese momento reflexione -¿Que estaba haciendo?- toda esa gente que había  matado, ya no quería seguir ese mundo apático, sangriento e infeliz, planee escapar pero en este trabajo no puedes solo escapar, no sales si no es, por los pies por delante, mi mejor opción era destruir mi imperio yo mismo, desde adentro para que no quedara nada. Así  empecé con mi plan para poder tener una vida normal, fuera de actividades ilícitas. No le comente nada a Carlos porque parecía que le agradaba esa vida. Después de mucho tiempo mi plan empezó a funcionar al principio robaba mercancía, dañada los camiones para que las entregas no llegaran a tiempo, ocasionada pequeñas explosiones donde personas  resultaban heridas, llamaba a la policía para que interceptaran entregas, le puse el dedo a varios de los hombres más peligrosos dentro de la organización, esto ocasiono perdidas, retrasos y desacuerdos, todo salía conforme al plan, cuando ya el imperio estaba colapsado y en un último movimiento, fui  descubierto matando a una de las personas más cercana a mí, me delataron e intentaron matar, en ese momento tuve que escapar, me encontré con Carlos él ya sabía lo que  hice,  fue mi aliado para recuperar mis cosas y escapamos.
Durante la huida robamos un vehículo rumbo al desierto no paso mucho tiempo cuando nos dimos cuenta, que cuatro camionetas nos perseguían desatándose una balacera varias de la balas impactaran con las llantas lo que ocasionó que nos volcáramos y el auto diera varias vueltas al caer por una ladera, como pudimos salimos del vehículo, estábamos heridos, pero nada grave, no muy lejos vimos un agujero donde podíamos escondernos, pero nos encontrarían.
Así que  a Carlos se le ocurrió regresar con ellos y decirles que yo lo había tomado de rehén, y que al momento de la volcadura, el escapo y  les dijo por dónde había escapado, obviamente en dirección contraria, para que yo pudiera seguir mi camino; en ese momento nos despedimos le agradecí por el sacrificio, me escondí por un par de horas, al salir empecé a caminar por el desierto sin un rumbo. Llego un momento donde el cansancio no lo pude soportar y me desplome en el suelo cuestionándome si había valido la pena todo lo que hice, logre escapar que era lo que quería  pero a que costo, quede devastado  perdí a un buen amigo y un imperio.
A cambio gane una vida nueva, con posibilidades infinitas……..

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