▪︎En la realeza▪︎ Luckity

▪︎03: Yo te cuido▪︎

Quackity no mentiría que estaba nervioso cuando su majestad le agarro la mano para moverlo a la habitación de donde era antes el ex prometido del Rey Luzu, habitación a la que claramente le habían mencionado que no podía entrar.

El mismo Auron amenazó a todos los sirvientes de que no entraran a la habitación de el, pero no fue una simple amenaza, fue de muerte.

Al ya estar en la puerta, por instinto Quackity retrocedió del agarre del mayor quedando en la puerta sin siquiera entrar, cosa que noto al instante Luzu.

— ¿Pasa algo? — Hablo sorprendido por la acción, el sirviente no se digno siquiera a colocar un solo pie en esa habitación, Luzu ya había abierto las puertas que no se habían abierto desde hace mucho.

— Su majestad, no tengo permitido entrar a este cuarto, ¿Acaso no sabe que su ex prometido casi nos clava un cuchillo si entrábamos? — Declaró.

No mentiría si dijera que el menor se asusto al ver la cara de impresionado que tenía, ¿acaso el no sabía?.

— Ahora entiendo porque a todos los empleados le temen a Auron... — Susurro y tomo la mano del menor — El ya no está aquí, siéntete libre de entrar, como tu rey te lo permito —

Quackity no rechistó y entro en el cuarto que al parecer estaba totalmente limpio, notando de primeras la gran cama que había al lado de un ventanal cual mostraba vista a gran parte del reino, también un tocador grande con los implementos necesarios que parecían hasta nuevos, definitivamente la habitación era un sueño para todo esclavo.

Hasta era 4 veces más grande que donde dormía

Mientras que Luzu sacaba del armario un vestido rojo.

— En la realeza los omegas estas obligados a usar vestidos en reuniones importantes, se que el rojo definitivamente no es tu color pero cuando Auron se fue ya no sabia que hacer con los vestidos — Abrió las puertas del armario demasiado para mostrar los muchos vestidos y joyas que Quackity calculo que al menos cada una de ellas valía más que el mismo — No quiero que te coloques este, siento que no vas a estar cómodo si vas a estar horas al lado mio —

Así que saco todos los vestidos del lugar para dejarlos en la cama dejando al omega sorprendido, en eso fue al baño y sacó un balde con agua

— Y también limpiare y curare tus alas —

Quackity solo se quedó callado, tenía ganas de pelear por lo que tendría que hacer.

— ¿Esto es necesario? — Sinplemente pregunto mientras el mayor acomodaba una silla para que el omega se sentará.

Luzu no respondio y con mucho cuidado retiro el vestido de sirvienta que tenia puesto el híbrido, dejando ver su blanquecina piel salir al aire junto con sus descuidadas alas.

El híbrido de pato se sento en la silla esperando a ser atendido, todavía no creía que el mismísimo rey estuviera cuidando de sus alas cuando el mismo no las cuidaba.

— ¿Quien te hizo esto? — Luzu.

— Cuando estaba en las celdas unos guardias quisieron cortarlas — Luzu se estremeció al escuchar — me defendí claro, pero eso llevo a que... bueno — y se quedó callado.

— Lo siento mucho —

— No es tu culpa —

Y llegaron a un silencio tranquilo, con pequeños jadeos de parte del híbrido cuando el toque dolía un poco, el rey se limito a ser cuidadoso y no ser brusco.

Por alguna extraña razón se sentía muy atraído hacia el híbrido, por eso es que lo eligió a él entre todos para que estuviera en una fiesta tan importante como lo era ahora.

...

— Lusu... Majestad, llevamos 7 vestidos y ninguno le está gustando, ¿Y si llama a otro o otra omega? A ellos si les va a quedar — Quackity se sentía bien, sentía un peso menos en sus alas, se sentía bien.

Pero estaba cansado.

— No quiero a otro más, te quiero a ti — Le paso otro vestido, Luzu antes de que Quackity se lo colocará.

Por miedo a que sus alas se sintieras presionadas le hizo cortes al vestido para que salieran al aire y no estuvieran sofocada.

Definitivamente Luzu lo vio perfecto.

— Eres... perfecto — El omega tuvo un pequeño sonrojo — Eres muy lindo Quacks —

— Pero Su majestad... un cafecito primero! — Río un poco hacia su propio comentario mientras que el mayor lo tomaba de manos, invitándolo a danzar sin música.

Solo eran ellos dos bailando a la luz, exactamente 3:00pm.

Buscando moverse lentos mientras se miraban cara a cara.

Solo eran un sirviente y un rey.