MY DESTINED ¡!── TAIKEY (cancelada)

OO2

Cuando abrí los ojos, los rayos de sol que entraban por la ventana me atacaron sin piedad; mis ojos ya sin rastros de lágrimas, pero aún todavía algo rojos sufrieron contra el ataque.
Lo que provocó que un quejido lastimero saliera a duras penas de mi lastimada garganta y debido a eso, Hakkai, que estaba acostado a su lado se dió cuenta de que por fin había despertado, aun que yo ni me había dado cuenta de que estuvo siempre ahí.

── ¡Mikey-chan! Por fin despertaste, me tenías preocupado ¡A mi y a todos! ──frunci el ceño tanto como por que grito, como por lo último que dijo.

Si, a todos, a todos menos Ken-chin

── Hakkai-chan, no grites por favor, me duele la cabeza ──dije en modo de súplica mientras me daba media vuelta para que quedemos frente a frente y me acurruque en su pecho y le rodee la cintura, los cálidos brazos del otro Omega me rodearon gustosos y empezaron a hacerme mimos, esto es todo lo que necesito en este momento.

Con su mano izquierda empezó a acariciar mi cabeza y jugar con algunos mechones de mi cabello, con la derecha hacia pequeños círculos con el pulgar en mi espalda baja y empezó a liberar feremonas tranquilizantes para que no me ponga muy agitado.
Y si que funciona, su aroma caracteristico a caramelo con durazno, es para mi gusto un poco empalagoso en momentos normales, pero en este preciso momento, es más qué perfecto.
Los Omegas más cercanos o con los que compartes manadas son los indicados para consuelos en situaciones como estás.
Y eso hace que me pregunte.

¿Por que no vine directo con Hakkai desde un inicio?
¿O con Baji, o Koko, o Kakucho, o Wakasa?
Cualquiera de los cinco Omegas me hubiera recibido con los brazos abiertos; más que dispuesto a ayudarme con la noticia que hacía que tanto yo como mi lobo interno lloremos desconsolados.
E incluso Wakasa me hubiera metido a su acogedor nido junto a mi lindo y pequeño sobrinito.
En qué mierda estaba pensando cuando decidí vagar por las calles solo, repudiandome aún más en toda la mierda que me estaba pasando.
Mi Omega interno chillo ante los recuerdos de mi "charla" con Ken-chin y quise llorar otra vez.

── Mikey-chan, necesito por favor que te tranquilíces por ti mismo; mi aroma no es suficiente y tus feromonas son angustiantes ──su vos es tan tranquilizante que podría dormirme otra vez con solo oirlo, siempre me gustó eso del Shiba menor; llama la atención sin siquiera usar su voz de Omega. Tome aire y controle a mi lobo para que no suelte más feromonas, me golpee internamente.

Tonto, el celo de Hakkai-chan está cerca.
No valla a hacer que su temporada de apareamiento se adelante por mi falta de control.

── S-si ──confirme y lo empuje levemente para separarme de su delgado cuerpo para sentarme en la cama sin moverme mucho; el repitió mi acción y tomo mis manos sujetandolas con fuerza.

── Yá les avisé a todos que estás sano y salvo aquí conmigo y que voy a cuidarte muy bien; Yazuha hablo personalmente con Emma para explicarle cómo llegaste hasta acá y Taka-chan y el resto vendrán poco después de las tres de la tarde ──explico tranquilo y sin sereno── Aun que eso no es dentro de mucho, ya son como la una y media.

Eso no me sorprendió, soy del tipo de personas que duerme más de lo necesario y sigue teniendo ganas de dormir; y eso se intensificó más con que anoche me habré dormido al rededor de la una de la madrugada.
Mi mirada se mantuvo gacha en todo momento, luego de un largo rato en el que Hakkai estuvo mimandome fuimos a la cocina a comer algo, tenía muchísima hambre.
Según el menor de los Shiba; la comida, una gran cantidad de nikuman's al vapor de considerable tamaño rellenos de carne de cerdo con queso y jugo de manzana natural, fueron preparados Yazuha. Mientras que el postre lo trajo y preparo Taiju desde su propia pastelería. Eso le llamo la atención un poco, el kasutera que había traído estaba delicioso y perfectamente hecho; tan esponjoso como se debe y con un diseño interno de colores diferentes debido a que llevaba tres sabores distintos: chocolate, vainilla y frutilla.
Ninguno de sus hermanos se encontraban en la casa debido a que estaban trabajando. Por lo cual teníamos tal festín para nosotros solos, el lado bueno de ser "el lindo y pequeño Omega de la familia" es ser muy consentido y ambos corrimos con esa suerte.