Capítulo 8 Titulado: "Cajitas Románticamente dolorosas"

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(Más tarde en la casa de Elizabeth)


Al entrar a mi casa creí que estaba sola pero en realidad no era así, al parecer mi abuela había regresado de sus mandados y ya estaba cocinando la comida.

-Abuela: ¿Quién es él?

-Alicia: Richard.

-Richard: Para servirle señora.

-Abuela: ¿Y por qué está aquí? (decía mientras miraba enojada al joven)

-Elizabeth: Está bien abuela, es un amigo.

-Abuela: ¿Qué no te acuerdas que la última vez que saliste con alguien él....?

-Elizabeth: ¿Él quién...? (Miraba a su abuela confundida)

-Abuela: No importa ya, puede quedarse pero no muy tarde.

-Elizabeth: Bien... Estaremos en mi cuarto abuela.

-Abuela: ...Y tu recuerda, no le hagas daño o te devolveré de donde viniste.

-Richard: ¿Perdón?

-Abuela: No te hablaba a ti niño mimado.... (Se dio vuelta y se fue)

Richard se quedó desconcertado por esa respuesta pero siguió la corriente y fue tras Elizabeth por las escaleras y no dijo más.

Richard miraba toda la habitación de Elizabeth detalladamente, había muchas cosas allí y muchas le llamaban la atención.

-Richard: Que linda cajita tienes allí,

-Elizabeth: ¡No la ataques!

-Richard: ¿por qué? ¿Es muy frágil? (Richard toco la caja y en cuanto lo hizo se provocó una ligera quemadura en las manos) ¡ahí!

-Elizabeth: ¿Qué te paso?

-Richard: me queme

-Elizabeth: ¿Cómo?

-Richard: toque tu caja y me queme las manos.

-Elizabeth: eso es imposible.

-Richard: si mira toca la caja.

-Elizabeth: yola siento normal, mejor bajemos antes de que te quemes con el agua.

-Richard: que graciosa (rio con ironía)

(Elizabeth y Richard bajaron al patio de su casa y mientras platicaban)

-Elizabeth: espero que vuelvas a venir otro día, ya será en vacaciones y Alicia saldrá con sus padres a las afueras de la ciudad y desde lo ocurrido con Steve Max no me habla. Estaré sola todas las vacaciones.

-Richard: ¿y tus padres?

-Elizabeth. Estarán trabajando... siempre trabajan.

-Richard: entonces vendré te prometo que estaré aquí todos los días y todo el tiempo que necesites mientras que no estés sola.

-Elizabeth: enserio

-Richard: si, pero hoy no ya me tengo que ir.

-Elizabeth: y que paso con todos los días todo el día las veinticuatro horas hasta la muerte (preguntaba mientras se reía)

-Richard: lo prometo a partir de mañana (rio de igual manera)

-Elizabeth: está bien ve a tu casa mañana nos vemos

(Mientras Richard se disponía a salir por la puerta la abuela de Elizabeth se interpuso)

-abuela: tengo que hablar con usted  joven.

-Richard: está bien vamos...


Para siempre (Próximamente en Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora