Yoongi es un Alfa y es un shifter Lobo, desde niño creció oyendo historias sobre encontrar a tu pareja para vivir toda la vida, que en un shifter son mil años y mil años es demasiado tiempo para estar solo.
Jimin, un omega media raza, un joven de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Exactamente cinco años habían pasado, la nieve cubría actualmente las calles y las copas de algunos árboles que aún conservaba sus hojas, los rayos del sol a duras penas atravesaban las gruesas nubes con hielo en ellas que ocupaban el cielo.
Durante esos años Yoongi se había vuelto el Alfa líder de Daegu, durante esos años muchas cosas habían cambiado y esperaban poder seguir cambiándolas. Los Omegas ahora tenían más oportunidades de empleos y hasta formar parte de las fuerzas, había más oportunidades de estudio, cosas que su padre nunca había permitido por su mente estrecha, los shifters vivían más felices.
Algo más que había pasado era la relación entre Jimin y Yoongi, se habían conocido más aunque su comunicación era virtual más que otra cosa, ellos habían aprendido mucho el uno del otro a través de llamadas, mensajes o notas que dolían enviarse.
Habían estado viéndose frente a frente muy poco, pues Yoongi tenía responsabilidades que atender.
— Apúrate dime, Jimin — exigió Yoongi pero, con la súplica escondida en sus palabras, él y Jimin tenían una relación no oficial por teléfono a distancia, justo en ese momento hablaban por llamadas
— Solo quieres imaginar cosas sucias — respondió Jimin, tratando de fingir molestia ante el Alfa
A veces Yoongi se odiaba por hacer eso de distancia con Jimin, sabía que era muy probable que él no eligiera ir a vivir a su ciudad, sólo alimentaba el amor que sentía por el Omega de Busan.
— Está bien, no tienes que decirme — dijo Yoongi
— ¿Debes irte? — preguntó Jimin, sabía que por el tono serio en la voz de Yoongi debían terminar su llamada
— Sí, lo siento — se disculpó Yoongi y con un corto adiós terminó la llamada, no debía hacer nada pero, últimamente pensaba mucho sobre su lobo y él queriendo a Jimin mucho, pero no pudiendo tenerlo, Jimin tenía una perfecta vida en Busan y Yoongi al principio había sido un tonto, aún después de estos años sentía que Jimin no perdonaría eso de él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mientras tanto Jimin solo se apoyaba en la isla de su apartamento, después de que Tae se hubiese ido a vivir con Hoseok y Jungkook él había estado solo y se había ido a la casa de sus padres, pero luego de un mes había vuelto a su casa se sentía un tanto vacío y sus únicos momentos fueron cuando habló con Yoongi por mensaje o llamadas. Y la pocas veces que había ido a Busan por trabajo de líder.
Deseaba tanto poder ir con Yoongi pero una voz molesta en su cabeza le decía que sólo lo hacía por no tener esa sensación de soledad. Él sabía que, aquello no era verdad, había conocido a Yoongi mejor, sabía que nunca fue malo, él tomó terapias, él ayudó a su gente, él había hecho grandes cambios en su vida y en la de otros shifters. Jimin también había tomado terapias, habían ayudado pero, aún tenía un camino por delante.
Pero, Jimin tenía tantas cosas en Busan, sus padres, amigos, su cafetería, ese había sido el único lugar que podía decir que había sido suyo completamente, y aunque Jimin jamás pensó en parejas o amor e incluso destinados porque creía no merecerlo había aprendido en ese tiempo que él también merecía la felicidad y la quería definitivamente junto a Yoongi.
Al día siguiente en la cafetería Jimin observó a Hoseok trabajar, él era ahora encargado de las finanzas de la manada, siempre iba a trabajar en el desayuno allí y de paso cuidaba a Taehyung, Jungkook iba a la hora del almuerzo y los tres comían juntos, generalmente invitaban a Jimin y él era feliz de unirse a ellos pero, había días en los que no quería estar allí, ese era uno de esos días, no quería estar allí.
