capitulo 36

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Que mi pequeño esté bien, por favor, que ambos este bien. ¿Cómo una noche de felicidad para ellos, se volvió sombría? Todavía tengo grabada en mi mente su gran sonrisa de felicidad de Sam. ¿Por qué tenía que suceder esto?

La señora Astor no presta atención a su imagen, lleva los tacones en su mano y con la otra sostiene parte de su vestido. Ella corrió por casi treinta minutos hacia el hospital.

No quiso esperar el auto, ella solo corrió y corrió sin mirar atrás, en su mente solo estaba su pequeño hijo. 

—¿C-Cómo están?—Su respiración es entre cortada, su apariencia es un desastre, su cabello se veía blanco por los copos de nieve.

—¡Mi señora!—Jon, se quitó su saco para ponérselo a July—Aún no hay respuesta, están en el quirófano.

—¿Qué demonios sucedió?—Tiembla sus hombros por la impotencia que esta sintiendo.

—Todo fue muy repentino—Hablo Víctor—La velada era armoniosa como feliz entre los dos, solo iban a subir ha la rueda de la fortuna para poder marcharse.

Ya envié a profesionales para saber que fue lo que exactamente pasó, antes de ir al parque de diversiones mi maestro hizo que revisaran el lugar como diez veces para que no pasará ningún accidente.

—Cuando de repente la cabina donde estaban se desprendió, a los segundos ellos estaban cayendo.

—¿En que estado llegaron?—Muerde su labio para contener su llanto.

—Ambos llegaron inconsciente y gravemente heridos pero...el maestro simmons, es el más afectado. Protegió con su cuerpo al joven maestro Samuel—Comenta Jon con una expresión que tiene muchas emociones, aún no puede imaginar cuánto dolor soportó Dariel, para priorizar la seguridad de Samuel.

Recibió muchos golpes en su cabeza y espalda, perdió mucha sangre. Tuvieron que meter a los dos en el mismo quirófano porque el maestro Dariel, aún inconsciente tomo la mano de Samuel y no quería soltarla.

Por lo que no les quedó de otra que operar en el mismo lugar a ambos, era espacioso el quirófano por lo que no abría problemas.

July, se desplomó en el piso, ya no pudo contener sus lágrimas, solloza a la vez que suplica a dios para que todo salga bien.

—Señora, levántarse. El piso está frío—Le ayuda a levantase para que siente en la silla de espera.

—¡Esposa!—Greg, se arodillo en el piso para limpiar los maltratados pies, de ella.

La nieve había cortado las plantas de los pies como los dedos, era tanta la adrenalina como la preocupación por su segundo hijo, que no siente dolor así sus pies estén sangrado, ese dolor no se compara con lo que está sintiendo por no saber sobre la condición de su pequeño.

Kole le paso su bufanda a su padre para que cubra más el cuerpo de su madre porque está fría, se podía ver qué sus labios están pálidos por ver corriendo bajo la tormenta de nieve qué está cayendo allá afuera.

Tanto padre e hijo tienen los ojos rojos, más rojos que los de la señora Astor. Ambos venían llorando en silencio por todo el trayecto del camino, ninguno habló, solo se limitaban a sacar su dolor.

—¿Ya les dieron información?—Preguntó Kole.

—No, aún no. Hemos preguntado muchas veces y solo nos dicen que esperemos—Comentan ambos guardaespaldas con frustración.

—Si tan solo Samuel no hubiera ido con él, tal vez....

—¡Cállarte, Kole. Aqui nadie tiene la culpa!—Hablo enfurecida, July.

Villano de mi propia historia [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora