El.

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El se enamoro de sus flores no de sus raíces, en el otoño no supo que hacer, asi que corto una y otra vez sus ramas, esperando a que estas crecieran con flores y frutos; compro insecticidas por que creía que algún animal, las raíces le comía, alejo cada hormiga de su tallo, y la arranco de su tierra para ponerle en un pedestal, esperando a que asi, sus vacías ramas, de flores se empezaran a llenar. aquel cerezo que solía brillar, en una vitrina encerrado esta, por que el creyó que era lo mejor, y aprovecho su alma indefensa para dañar sus raíces, y con ellas se llevo todo, dejándola sola, desangrándose lentamente por dentro, por culpa de un capricho, un capricho de el.

El asesino en el espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora