Las ganas de matar a todos y beber su sangre no se van, quiero cortarlos en pedacitos y ver como su sangre roja cae gota a gota en el frio piso, contare cada gota de sangre por cada lagrima derramada; oír sus disculpas, y aumentar mi ego mientras me piden de rodillas que no les clave un cuchillo en el pecho, pero todo esto se queda solo en lindos sueños e ideas descabelladas, y aun que disfruto verle dormir, disfrutaría mas deleitar ese líquido rojo en mi paladar, y posar mis delicadas manos en su cuello apretándole como alguna vez apreté algo para no llorar, y cortándole con la misma navaja que en mis brazos solía pasar, disfrutando y riendo de su miseria ahora que está bajo mi poder, sintiéndome tan poderosa como para acabar con todo, y sepultar sus cuerpos desmembrados en el patio de mi casa, recordar como tome revancha, y gane.
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El asesino en el espejo
PoesíaLa tétrica historia de la vida adolescente sin sentido. Ideas de cabeza y el vacío existencial. Poco a poco, la vida retoma su dirección, mostrando que lo que parecía ser el final de un huracán era el inicio de un amanecer, mostrando el por que val...