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El pelinegro estaba sobre las piernas del castaño, mientras aquel estaba devorando completamente su boca el otro pasaba sus manos alrededor de su cintura. Querían llegar a más pero simplemente se quedaban ahí, las palabras ya no fueron suficientes para proseguir luego de dos besos intensos por parte del pelinegro, Jimin estaba extasiado de aquellas sensaciones que experimentaba su cuerpo, no quería que aquello terminara pero que tampoco empezara porque sabía que una vez de el 'si' no iba a poder controlarse. Mientras tanto, Jungkook ya había pasado su mano debajo de la camiseta negra del chico, tocaba aquella fina cintura entre sus dedos y la otra ya había ido a parar a su cabello donde también enterraba su mano ahí, no querían romper el beso pero la falta de aire pudo más que sus impulsos.

La mirada intensa que se dieron, ambos con los labios hinchados por la intensa sesión de besos anteriores y la camisa desarreglada por parte del pelinegro. Las palabras estaban en segundo plano y las miradas hablaban todo aquello que no podían formular, las sonrisas aparecieron y los besos y toqueteos volvieron otra vez.

Bien, ¿Cómo habían llegado a ese punto?

Para empezar, luego de que Jungkook se replanteara muchas veces, se mirara en el espejo de su baño y se lavase la cara para ver que nada de eso era mentira, que sí, que Jimin le había aceptado una cita y no estaba soñando.

Salieron por un momento, comieron un helado y viajaron en moto hasta que el frío se hizo presente, Jimin había "olvidado" su chaqueta en casa del castaño aunque eso fuera totalmente mentira, solo quería llegar a la casa de este y besarlo antes de irse. Su plan inicio cuando llegaron, Jungkook le regaño por olvidarse de su chaqueta, aunque tampoco le desagradaba la idea de tenerlo en su casa y quizás, dar el siguiente paso. Nunca, ni en sus sueños más húmedos se imagino que el pelinegro lo besaría.

El primer beso fue mas que solo un toque como pidiendo permiso, luego de dejarlo en shock por dos segundos, él continuo, pero no tuvo el control, no cuando Jimin decidió tomarlo en la guerra con sus lenguas y él simplemente, dejo que lo hiciera porque le encantaba que él tuviera el control. Los besos siguieron junto con sus desbordes de sentimientos.

Jungkook se sentó en el sofá de su sala y Jimin sobre él, el beso jamás fue rompido en ese transcurso de caminata rápida. El aire comenzaba a faltar, pero para no romperlo todo de una, Jimin decidió dejar pequeños picos en la boca de su amante, mientras tanto Jungkook ansiaba más, no quería cortarlo ahora, no cuando tenía todo lo que quería.

- Si no paramos ahora, no creo... poder controlarme... -hablo el pelinegro entre besos

- No quiero... que... lo hagas... -contestó el castaño

Entonces, Jimin continuo pero la falta de aire seguía presente así que, con todo el dolor de su alma, corto el beso no de manera brusca sino lento para no cortar el momento.

Juntaron sus frentes mientras tomaban aire, regulaban sus respiraciones juntos mientras trataban de buscar las palabras para explicar o por lo menos intentar hablar de lo que pasaría ahora.

- Jimin, Yo... -Hablo por fin el castaño

- ¿Sí?

- No quiero parar ahora -dejo un corto beso- pero tampoco quiero dejar esto a medias

- Lo sé, yo tampoco Kook, pero... -miro al castaño- ¿qué quieres que diga? ¿Qué me gustas? Creo que acabo de confirmarlo -sonrió.

El castaño rio y dejo un beso en la frente del chico en su regazo. -Entonces, tú también me gustas dulzura, desde siempre y eres la persona más hermosa que haya conocido.

- Basta -le pego sin uso de fuerza en el pecho- sabes que soy una persona sensible

- Lo sé, por eso te lo digo -sonrió con ternura

𝐄̂𝐏𝐑𝐈𝐒 ;; km au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora