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Después de recibir una respuesta afirmativa por parte de Jungkook, Jimin decidió vestirse con su conjunto favorito, una pieza totalmente en color negra pero siempre dándole su toque de brillo con accesorios.

No se tomó más de diez minutos para alistarse puesto que tenía que ir aún a la casa de su mejor amigo. Ya listo, las inseguridades comenzaban a acechar su mente y corazón pero necesitaba que el pelinegro le diera alguna señal más para saber que ese era su lugar.

Dio un suspiro, tomó sus llaves y su celular para irse a la casa del castaño. En el camino, su ansiedad se iba incrementando por los nervios que surcaban su ser. Luego de varios minutos tocó la puerta esperando ver a Jungkook detrás de ella y entonces, sucedió.

Suspiro cuando vio al chico enfrente de él con una sonrisa que siempre le regalaba, las señales divinas habían funcionado. Por otra parte, Jungkook estaba extasiado por la belleza del pelinegro, no podía creer que existiera alguien con tal belleza que fue trabajada y cuidada por los mismos dioses.

— Hola, kook -saludo con una sonrisa, mentiría si dijera que no estaba nervioso.
— Minie, hola ... pasa - rió y rasco su nuca.

Se hizo a un lado para dejar pasar al pelinegro, el castaño por su parte tomó un suspiro ¿en qué momento se volvió todo tan incómodo? No era la primera vez que se veían, tampoco era la primera vez del pelinegro en su casa, entonces ¿que había sucedió? ambos habían aceptado sus sentimientos por el otro.

Las señales que siempre se daban, los múltiples regalos y los múltiples viajes que habían compartido era señal de que, en algún punto de su amistad se había convertido en algo más. Jimin se dio cuenta primero pero se hacía el tonto tratando de pensar que eran solo insinuaciones suyas por su parte, Jungkook era un poco más despistado, creía que aquellas señales eran sólo una imaginación aunque, incontables veces había dicho que le gustaba su mejor amigo.

¿conclusión? ambos tenían miedo, ambos ocultaban sus inseguridades con señales jamás captadas, ambos habían construido un muro de sus sentimientos para quizás, no salir lastimados. El miedo los habia hecho perder mucho tiempo.

Romper el silencio que se formó fue por parte de Jungkook, necesitaba hacer algo ahora.

— Oye... Jimin -pregunto temeroso

— Dime kook, ¿sucede algo?

Divago en sus pensamientos. Bien si hacía algo quizás no prudente podría cagarla, además contando el hecho de que estaba nervioso, habían varios puntos en su contra, pero entonces ¿que haría? preferiría arriesgarse ahora.

—  Voy a decirte la verdad, minie... -suspiro y prosiguió- No quiero que tomemos esta salida como siempre hacemos ¿si?

— ¿A qué te refieres? ¿Dices que no salgamos en plan amigos? -pregunta tonta, él tampoco quería eso.

— Si

—¿Entonces?

— Park Jimin, ¿me aceptarías una cita?

Bien, eso no se lo esperaba. Jimin estaba en shock, se suponía que sería él quien lo diría ¿que decía ahora? suspiro y bajo la mirada, se había vuelto tímido. En cambio, Jungkook definitivamente creyó que la había cagado en grande ¿era hora de decir que fue broma?

— Era un chis...

— Claro que si, siempre mi respuesta será si -sonrió y le dio un beso en la mejilla del castaño

— Si... ahm, yo -bajo la mirada, eso no estaba en sus planes.

—¿Nervioso, kook? -rió

— No es verdad, solo... me tomaste por sorpresa

— Lo sé, ¿Entonces? ¿a dónde iremos ahora?

— Solo dame dos minutos, ahora regreso -rió nervioso y se fue hacia al baño

Jimin se limitó a reír bajo, ¿donde había quedado el  chico tímido? no importaba ahora, aquel chico definitivamente era lo que estaba esperando, las señales divinas hicieron su efecto. 

𝐄̂𝐏𝐑𝐈𝐒 ;; km au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora