Prólogo

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Saga - Las Estaciones - 1

Prólogo.

  Cuando el otoño daba sus primeros indicios de acercarse mi piel comenzaba a erizarse y mis pensamientos divagaban entre recuerdos que nunca lograba saber si habían sido realidad o ficción. 

Por lo general mi primer síntoma aparecía con el atardecer, cada vez más temprano, siempre los miraba desde el blanco de mi departamento sosteniendo una copa de vino tinto mientras escuchaba música instrumental a la cual le había agarrado mucho gusto luego de que sujeto numero 5 me obligo a ir a una de esas elegantes cenas en donde la gente solo habla de cuánto dinero tiene y de cuan orgullosos están de sus hijos que heredaran el patrimonio de sus familias algún día, odiaba esas reuniones.

El segundo síntoma eran los interminables dolores de cabeza que llegaban con la caída de las primeras hojas, mi mochila estaba llena de pastillas, cada una con colores distintos, algunas más grandes que otras. Con los años había acumulado una larga lista de pastillas, increíble como todo empieza con una dosis leve y terminan siendo tantas que ya no sabes como contarlas. Las más importantes y que nunca olvidaba eran las de clonazepanm, 2 mg por día mínimo, dividido en 3 veces, a la mañana con el desayuno, al almuerzo en la oficina mientras Pam se fumaba un cigarrillo en el balcón y la ultima en la noche.

Mari, mi psicóloga desde hace años, me había dicho hace meses que quería bajar las dosis de mis pastillas, me veía de buen humor, alegre, pero tanto ella como yo sabíamos que dentro de poco seria otoño.

Tercer y último síntoma, el decisivo, las lluvias casi imperceptibles de la estación, esas pequeñas gotas que comienzan a caer sin aviso y que son gélidas al tacto, ellas se llevaban consigo las ganas de interactuar con cualquier ser vivo, a excepción de Sam, mi gato, y tal vez Pam. Con ellas se iban mis aparentes novios los cuales siempre alegaban que era mi culpa que las cosas no funcionaran, era verdad.

Ellos solo llegaban a conocer una pequeña parte de mí, lo demás era ocultado constantemente para que no se fueran antes de tiempo ¿triste verdad?

¿Lo bueno de todo esto? Vivo en un departamento en la zona más cara de la Ciudad de Buenos Aires, vistas a espacios verdes, con un gato amoroso pero un poco cansado de mí, gano bastante dinero siendo parte de un estudio jurídico, aunque nunca termine la universidad y... a quien engaño no hay nada de bueno en todo eso.

Los Ojos De Anna ( Saga - Las Estaciones - 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora