Osito ✔️

🐻-5

Kookie en verdad no sabía que le sucedía a YoonGi, desde que llegaron al apartamento el rubio lo ignoraba olímpicamente y eso no le gustó para nada.

Sentía deseos de preguntarle, nunca lo había visto tan molesto. YoonGi iba de un lugar a otro, acomodando los alimentos y productos para limpiar su hogar.

- Yoonie, ¿sucedió algo malo?.- se atrevió a preguntar con miedo por supuesto a que este le gritara, cosa que no pasó porque de nuevo lo ignoró.

El rubio escuchó a Kookie llorar, se dejó llevar por su molestia que no se dio cuenta que eso pudo lastimar en demasía al peluche-no peluche.

Suspiró y caminó hacía el mismo, poniéndose de cuclillas, limpió las mejillas de su Kookie y le sonrió. Este la miró con un puchero triste, eso le dolió mucho.

- No llores, Kookie.

- ¿H-hice a-algo m-malo?.

- Jamás harías nada malo.

- ¿Entonces porqué no me hablas?.

YoonGi no quiso ni queria recordar como aquella muchacha le había coqueteado indirectamente a su Kookie frente a sus narices. Rayos, juraba que nunca más iría ahí de nuevo.

- Es que recordé algo estúpido y me desquite contigo, no debió ser así.- mintió.- Lo siento, Kookie.

El azabache secó sus ojos con sus manos y tomó las de YoonGi. Ambos permanecieron callados ante el contacto visual que hicieron en ese instante.

YoonGi apartó la mirada de él, en verdad no le gustaba para nada lo que Kookie le estaba generando dentro suyo y eso que apenas lo conoció hace sólo unas horas.

- Debemos celebrar tu cumpleaños como se debe, Yoonie.

Perdida y confusa por las palabras de Kookie, YoonGi asintió no muy convencido. - N-no, ese día dejó de existir para mí desde el momento que mamá se fue.

El azabache aún permaneció tranquilo y sonriente. - A tu madre le hubiese encantado que celebres un año más de vida, Yoonie... para eso estoy aquí, para cumplir lo que tú en verdad quieras y desees.

YoonGi se removió en su lugar, lo que más desee... ¿felicidad, quizás?. Negó rápidamente y pensó en otra cosa.

- Bueno, si lo pones así... me gustaría visitar la isla Jeju. Mamá cada vez que hablaba conmigo, me mencionaba lo maravillosa que es y que algún día iríamos pero...- sollozó brevemente. - Es uno de mis sueños que quiero cumplir algún día.

Kookie comprendió y sin pensarlo, sostuvo la mano de YoonGi y con chasquido, se encontraban en el aeropuerto a la espera de su viaje con ambas maletas a cada lado.

El rubio parpadeo por varios segundos, ¿cómo era posible tal cosa?. Se vio a si mismo y llevaba un vestido de tiras finas color rosa pastel y holgado de la cintura para abajo, miró a Kookie y este vestía una camisa hawaiana de color verde agua con estampados de aves y un short corto hasta las rodillas blanco y sandalias cómodas negras y gafas de sol, ella llevaba puesto unos zapatos bajos blancos y sombrero de playa.

- ¿Qué hacemos aquí?.

- Estoy cumpliendo tu deseo, ¿era lo que querías, cierto?.

No se permitió responder, la fila avanzó y Kookie mostró ambos pasaportes junto a los boletos de abordaje. Entrelazo su mano a la de YoonGi.

- Que tengan un lindo viaje.

La señorita se mostró amable con Kookie y este asintió llevándose a YoonGi con él, el rubio quedó en silencio y aún no asimiliba lo que estaba pasando en esos momentos.

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El vuelo duró alrededor de dos horas, y vaya que YoonGi no la pasó del todo bien. En cada oportunidad, veía como la azafata coqueteaba con Kookie; ofreciéndole bebidas o intentando sacarle conversación como si el no existiera entre ellos.

Agradeció enormemente a su creador que hayan aterrizado porque no hubiese soportado otro segundo más sin arrojarle algo por "accidente" a esa chica.

- Hemos llegado.

A YoonGi le brillaron sus ojos, casi chilló de emoción al ver tan hermoso paisaje y Kookie vio como su compañera de viaje sonreía ampliamente, se permitió observar sus facciones y si que su YoonGi es hermoso, quedó embobado por esos escasos segundo ante la belleza natural del rubio.

- Vamos, hay mucho que ver.- jaló el brazo de Kookie y con las maletas, se dispuso a correr fuera del aeropuerto. Se detuvo en la salida, allí pensó en dónde se hospederían.
- Cierra los ojos.- susurró cerca de el, Kookie.

YoonGi cerró sus ojos y en segundos ya se encontraban en una habitación del hotel más caro y lujoso de la isla, tenía vista hacía el mar y los volcanes, quedó asombrada e hipnotizada.

- Debe ser un sueño...

- Claro que no, es nuestra realidad. Tu deseo.

Dejando un lado su vista hacía fuera, el rubio detalló en silencio todo la habitación.

Contenía un comedor-living, cocina y una amplia terraza. Era de dos plantas, arriba contaba con varias habitaciones y dos baños dentro de los mismos y uno en el pasillo. El color en las paredes eran de un celeste cielo con bordes blancos.

- ¿Cuánto te salió todo esto?.- mencionó en voz alta desde el segundo piso.

- En wones, esto costaría unos 1.300.000 aproximadamente y en dólares americanos unos 1129,20.

YoonGi quedó boquiabierto, eso es demasiado costoso para el. - Woah!, eso es mucho dinero.

- Oh sí, también tenemos servicio a la habitación y contamos con un jacuzzi exclusivamente privado.

- ¿Cómo diablos pagarás todo eso?.

Kookie hizo una mueca pensativa y llevó su mano al mentón. - Está todo pago, YoonGi.

En ese momento, alguien tocó la puerta. YoonGi bajó rápidamente las escaleras y fue el quién abrió, encontrándose con un joven chico de cabello azabache, alto y muy atractivo, de nombre NamJoon tal como lo decía su placa en el uniforme.

- ¿Sí?.

- ¿Ustedes son Min YoonGi y Jeon JungKook?.

¿Jeon JungKook? ¿Qué?. Kookie se acercó con prudencia y colocó su mano en la cintura del rubio.

- Sí, los mismos.- habló con su voz gruesa y seria, intimidando un poco a NamJoon, YoonGi rió ladinamente.

- Hoy en la noche se llevará a cabo un espectáculo, quería saber si ustedes asistirán para confirmar su invitación.

- Sí, iremos.- respondió YoonGi amablemente y sin dejar que el chico responda, Kookie cerró la puerta en su cara.

YoonGi estalló en carcajadas sin poder creer aún que su Kookie le haya hecho una escena de celos. El azabache no entendía el motivo de su risa.

- ¿Por qué te ríes?.

- E-es que te v-ves tan a-adorable c-celoso.

Casi le dolía el estómago de tanto reírse. Kookie frunció su ceño y negó sintiendo sus mejillas teñirse de un carmesí intenso.
Olvidándose de ello, YoonGi dejó de reírse. - ¿Por qué te pusiste Jeon JungKook?, ¿acaso no sabes que es el nombre de un idol muy famoso, cierto?. Podrías meterlo en problemas.

Kookie se encogió de hombros y rasco su nuca sonriendo. - Sólo me lo puse porque siempre que miras su póster, es inevitable no verte suspirar y sonreír como una chico enamorado.

YoonGi no tuvo argumento alguno y de inmediato tapó su rostro sonrojado. Fue el turno de Kookie estallar en carcajadas de su dueño, este viaje si que seria divertido para ambos.