El tiempo pasado

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Ya habían pasado cuatro años de aquel día en que había unido su vida a la de Terry.

Mientras Candy daba de mamar al bebe tan parecido a su padre, su segundo hijo, a un recordaba con nostalgia aquella época en la que creyó ser feliz, ( suspiro), mientras miraba a su pequeño de tan solo cuatro meses de nacido que cerraba sus bellos ojos azules, lo recostó y se fue a bañar, mientras la pequeña Susana de tres años, corría a tocar la puerta del cuarto de sus padres, bueno en ese momento el andaba de gira realmente acababa de iniciar.

- Mami, dijo la pequeña pelo castaña con ojos verdes como los de su madre.

- Si, mi amor.

- ¿Cuándo viene mi papi?

- Hija, anda de viaje y tardara unos meses mas, ya sabes que es por tu trabajo.

- Si, pero yo lo quiero acá conmigo.

- El teatro hace feliz a tu padre, hija

- ¿Mas que a mi mami?

- NO, cariño claro que no, sabes que te ama y eres la luz de sus ojos.

- Si, mami, dijo la niña saliendo como un trompo del cuarto corriendo, para comer, mientras Candy bajaba a hacerle unas tostadas, con huevos revueltos, mermelada y jugo de naranja, tal y como le gusta a su hija.

Dora la empleada que tenían con dormida afuera, llego para iniciar su día laboral, le daba pesar su patrona, ella estaba tan sola, sin amistades reales en New York y se tenia que tragar todo lo que hacia su esposo, a un que apuesto el era todo un Don Juan, las murmuraciones corrían y ese día le habían tomado una foto muy comprometedora en la fiesta benéfica que se había dado después de la función especial, pobre chica, <<se dijo, no se si esconder el periódico>> se dijo, retrocediendo en sus pasos, lo tomo y lo coloco debajo de un mueblo.

Mientras Candy servía la comida a su hija, mientras escuchaba las risas de su traviesa hija, su felicidad, sus dos hijos, si pensaba rememorando todo lo vivido durante esos cuatro años, había sido feliz, o eso pensaba durante un efímero tiempo, pensó que al fin le pertenecía a alguien y alguien le pertenecía a ella, después de la fugaz boda, se trasladaron a New York, porque Terry tenia que regresar al teatro ( su verdadero hogar, se dijo, mientras seguía con el recuerdo) regreso y esa noche fue la primera noche que pasarían juntos, la primera vez que sabia que era hacer el amor o eso pensaba que era, el la amo con cuidado, recordó, como la fue seduciendo, abrazándose a su cuerpo con ímpetu, besos abrazadores, corrían por su boca y la lengua de su esposo irrumpió con su lengua, y con la misma voracidad le beso cada parte de su cuerpo, reconociéndose, el la marcaba con sus caricias, era el primer hombre que la tocaba, y el único que lo haría, eso pensaba , con una pasión que la quemaba, preparo su cuerpo, las manos de el la tocaban, su lengua la acariciaba, venerándola con cada una de sus caricias, hasta que el fuego de sus cuerpos los consumió a ambos, y poco a poco, el se fue introduciendo en su cuerpo, hasta que llego a aquella barrera en la que ella le demostraba que era el primer hombre que la tocaba, como un lobo hambriento aulló de felicidad y ella sentía un dolor, pero el se detuvo hasta que sentí acostumbrarme a él y unas enormes ansias de sentir mas , de sentir su invasión, y así fue, sentía fuego salir de su ser, y sintió que se consumía, un líquido caliente salió a borbotones como si fuera de su ser como un manantial y el se dejo guiar llegando al clímax y terminando por el momento su entrega, una que nunca podría olvidar, las primeras veces jamás se olvidaban. – Todos los días lo acompañaba a las puestas en escena, a las fiestas, a un que a ella eso no le gustaba, sabia que era su deber como esposa. - Solo 15 días después la temporada en New York terminaba e iniciaban las puestas en escena en otras ciudades, duraría seis meses y luego descansarían para poder ver que nueva obra iniciar.... Durante ese tiempo parecía que estaban en una larga luna de miel, se escapaban muy temprano por las mañanas para conocer algunos lugares de las ciudades que visitaban.... cuando llegaron a Chicago, lograron ver a Albert por un momento y le daban la noticia, ya tenia cuatro meses de embarazo, no había tardado nada en embarazarse, sin embargo su corazón latía con añoranza, con ansias, pero de nuevo, no quiso saber el significado de eso, cuando regresaron de la gira, ya casi tenia ocho meses y medio de embarazo, Terry iba a ver que nueva puesta en escena abría, a un que le dijo a Robert que quería descansar un poco mas, para poder estar con su bebe por ese tiempo, por esa razón solo haría algunas puestas en escena en New York y no iría de gira, por el momento, la puesta será "El Sueño de una noche de verano" ; le hubiera gustado tanto estar en esa obra pero sabia que con el tiempo tendría la oportunidad de representarla, estaba tan ansioso por tener a su familia, o por lo menos eso le decía a ella, ese año el la cuidaba y la consentía, cuando nació su pequeña, el escogió el nombre de la fallecida Susana, Susana Eleonor Grandchester White, pues el Ardlay solo era un lazo con la familia que la había acogido mientras ejercían su tutela; le dijo que le había colocado ese nombre para acallar a sus fans, a un que en el fondo ella sabia que era otra la verdadera razón, sin embargo le dio la razón a Terry y se dijo que aceptaría solo por agradecimiento, por haber salvado la vida de Terry.- Luego de ese año que casi no salió, hizo una nueva puesta en escena de una historia escrita por Susana, llamada " Una vida" ya la bebe tenia un año, pero él no le permitió que lo acompañara, no quería que descuidara a su pequeña Susi como el le decía, ella era su adoración, salió de viaje por siete meses y los rumores de Terry acompañado de otras mujeres habían iniciado a circular, pero simplemente eran rumores o por lo menos eso ella creía. – Cuando llego del viaje lo esperaba con ansias y su pequeña, ya no lo recordaba, cosa que le dolió, dos meses estuvo con ellas dedicándoles todo el tiempo y saliendo al esporádicamente al teatro para ponerse de acuerdo con otra puesta en escena que sería " La Tempestad " y pronto iniciaron de nuevo los preparativos, los rumores que tenía una relación con otras mujeres se hacia muy grande, pero sabia que la gente solía mentir y decir cosas que no eran ciertas, ella confiaba en él, las fotos no pasaban de abrir una puerta, bailar con ellas, nada más, eso no era señal de nada ¿verdad?; cuando salió nuevamente de gira, ya estaba esperando a su pequeño Terrence Armand Grandchester, cuando tenia dos meses de embarazo, el salió a una larga gira que duraría nueve meses, pero a la obra le iba tan bien, se tardo dos meses mas, sabía que llegaría de un momento a otro, porque eso sí, todos los días la llamaba para preguntar por su familia y siempre le decía que los amaba, que deseaba estar con ellos y que deseaba conocer a su bebe....... En todo ese tiempo siempre había alguien preocupado por ella y sus hijos, cuando podía la visitaba para saber como se encontraba, a un que últimamente es que tenia mas tiempo, pues ya había terminado sus giras a otros países y debía estar dirigiendo por un tiempo su emporio desde New York, le dijo su querido amigo Albert, solo el y Archie la visitaban, Anie muy raras veces la iba a ver, si no fuera por sus hijos se sentiría sola, a un que se sentía cada vez mas acompañada por Albert, a un que su esposo, nunca se olvidaba de las fechas especiales, a pesar de estar lejos, procuraba estar al pendiente de ellos.

- Mami, vamos a arreglarnos, quiero recibir a papa como una princesa.... Decía la pequeña Susana.

- Vamos amor, a arreglarnos para estar bellas para recibir a papá.

Juntas se bañaron y se arreglaron, Candy le puso a su pequeña un vestido rosa, largo y le hizo una cola, la arregló con una cinta, se miraba hermosa, ella lo esperaría con un vestido color verde esmeralda, debajo de la rodilla, con dos cintas en sus hombros y sin mangas, era tallado hasta la cintura, luego caía en una falda campana, realmente se miraba hermosa, se hizo una cola de caballo y se acomodó sus rizos......

Dora miraba bajar a Candy con sus dos hijos, notando su ansiedad por esperar a su esposo.

<< Pobre va ha sufrir mucho, cuando el rio suena es que piedras lleva>> pensó con pesar al recordar la foto en el diario, que había escondido.

Una hora después la puerta de la casa se abrió y expectante, Candy tomo a su pequeño, <<Susi, tu padre, vamos>> le dijo

Terry ingresaba con una maleta, su cara cansada y vio a su familia esperándolo en la entrada de la casa.

Candy, camino hacia el y lo abrazo, a un qué sintió un olor a perfume de mujer a un que supuso que había chocado con alguien y se le pego el perfume a su ropa, ella era una mujer segura o ¿no?

- Amor, le dijo abrazándola y besándola en la boca, pero ya no de una forma arrebatadora, mi princesa, dijo agachándose mientras esperaba a su pequeña Susi, correr a sus brazos, luego se paro con ella en brazos y miro al bebe idéntico a él, que su mujer cargaba.

- Este es Terrence amor, tu hijo

- El lo miro y bajo a la pequeña para tomar a su hijo en brazos un momento.

- Me iré a bañar y a descansar Candy, estoy exhausto.

- Claro, bienvenido, dijo con voz algo triste.

El le levanto la barbilla y le deposito un pequeño beso en los labios.

Miro como subía pensativo e indiferente y sentí un pequeño desgarro en mi corazón, incapaz de subir tras el se quedo pensando << ¿Que está pasando, acá>> salió de sus pensamientos y subió a arreglarle la ropa a su esposo y su pequeña subía para ir a jugar a su cuarto un momento y Candy llevaba a su pequeño que se había vuelto a dormir?

Aun desconcertada por la frialdad de Terry camino para arreglar su ropa, le coloco un Jean negro y una camiseta para estar en casa, sus boxer, y calcetas, como se vestía cuando estaba en casa, luego levanto la ropa que llevaba, inicio a sacar cosas de los bolsillos de la chaqueta y pantalón, y estaba por meter la mano en el otro bolsillo, cuando la voz de su esposo retumbo como un trueno

- Deja eso así yo me encargare de sacar las cosas de allí, no necesito tu ayuda, después de todo no la he tenido durante nueve meses.

- Pero estas en casa y....

- No importa...perdona por actuar así, le dijo acariciándole la mejilla, mientras la atraía hacia el y cerro la puerta con pin, para quitarle toda su ropa y poseerla. Ella se dejaba llevar, a un que no sentía la misma emoción de antes, poco a poco su cuerpo reconocía al de su esposo, reconociéndolo como el único que lo había tocado, cayeron en el clímax....

Los días pasaron y Terry siempre salía un momento por la tarde noche al teatro, pero el resto del tiempo se lo dedicaba a su familia.

Los periódicos se ocultaban uno tras de otro abajo del mueble y las salidas de Terry eran cada vez mas largas y frecuentes, todo transcurría con normalidad, hasta que la tormenta se desato, con rayos y truenos como toda tempestad arazá con todo a sus paso.......

Continuara............

Me Olvide de VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora