Me Olvide de Vivir

La Promesa Del Destino

Si ven errores ortográficos pils, perdón pero estoy escribiendo desde el celular de mi esposo.

Ahora si, a iniciar.

Dicen que cuando algo o alguien es tuyo, no hah poder qud te lo quite, simplemente llega y ya, a eso se le llama destino, solo que hay que luchar por lo que queremos.

En New York Elroy Ardlay se disponia a ir a la casa en la que vivían Candy y Albert, se arregló e incluso iba con su baston dispuesta a todo con tal de sacar a eda mujerzuela  de la casa de su sobrino, de su vida, de su familia y de ser posible de los Estados Unidos, asi que colocándose su perfume y su sombrero se fue a traer a sus aliadas, con tal dr obligarla a salir de su vida y ls pesadia que representaba Candyce White, al fin terminará, asi que subiendo a su auto y con el motor bullendo se dirigio a la casa de las Leagan y Cornwuel.

En Europa un joven y guapo actor que ers considerado uno de los hombres mas bellos del mundo, las mujeres y algunos hombres ansiaban verlo, admirar su belleza y ¿porqué no? Tenerlo para si, a un que sea un momento. Era tan acosado que se sentia obnuvilado por su fama, le gustaba estar frente al público entre las bambalinas del teatro, si se acostaba con cuanta mujer estuviera dispuesta o le convenia, le habían salido propuestas indecentes de hombres, pero simplemente no las aceptaba, se decia asi mismo que no era tan degenerado, pero el problema que tanta persecución cansa y estaba callendo en las garras del alcohol nuevamente asi que decidio darse un tiempo al terminar su gran gira, necesitaba estar con el mismo, necesitaba salir de ese fango en el que se estaba sumergiendo y lo asustaba, ademas debia ir a buscar algo que era suyo y sentia le pertenecia, pero antes de ir a buscar a la que algun dia fue su esposa, iria a descansar y re encontrarse con el mismo, si eso haría, ya pronto terminaria la gira, que le habia dado gran fama y riquezas, eran sus pensamientos mientras se escurria fd entre las sabanas dd una fd sus amantes.

En un barco rumbo a Inglaterra

George se encargaba de supervisar que todo estuviera a la altura del matrimonio del patriarca  de los Ardlay, mientras que el galantemente llevaba a su mujer a una mesa reservada para ellos, en el que habia vino y dos porciones de pastel de chocolate con cereza, la sento y el se hinco de inmediato, amor, hemos vivido penas y alegrias juntos, nos conocemos de tods la vida y no hay secreto alguno entre nosotros, yo te amo y amo al pequeño Terry como si fuera mi hijo de sangre, es mas asi lo considero, porque padre no es el que cria, ademas deseo formar una hermosa familia con la mujer que ha robado mi corazón desde qud poso esa mirada esmeralda, amor deseas ser mi esposa y compartir nuestras vidas bajo el sagrado vínculo del matrimonio.
Los ojos de Candy se humedecieron y con su mano se tapo la boca emocionada, su garganta se cerro de la emoción y solo pudo decir << si>>, en un balbuceo, se hinco junto a él y lo abrazo con toda su fuerza, el la levanto y le puso el anillo en su mano, se besaron, primero suave, luego con besos ardientes y te amos, se declaraban su amor, el se sento y la sento en sus piernas dandose pastel mutuamente en la boca y compartiendo la copa de vino, una vez terminaron Albert le dijo—Amor, eso no es todo, quiero que seas mi esposa, aquí y ahora, no quiero que nada, ni nadie nos separe nuevamente.
—como tu quieras amor, yo también no puedo estar lejos de ti, simplemente siempre fuistes y seras el amof de mi vida, me arrepiento de no haber podido verlo antes.
—Lo importante amor es que al fin estamos juntos y que hoy nuestra vida estara unida para siempre, asi que vamos ha arreglarnos hermosa, todo esta listo en nuestra recamara y yo me cambiare en la de George, el te ira a traer y llevara al salón en el que estare impaciente esperandote.

Asi de la mano fue a dejar a Candy a su cuarto en el que la esperaba una mucama que le ayudo a colocarse un vestido tipo imperio con aplicaciones de encajes, color perla, unas zapatillas con tacon bajo y escotada de los dedos, un suave maquillaje, la niñera vestia con lagrimas en los ojos de la felicidad, al fin su señora iba a ser feliz, se lo merecia, después de tanto sufrimiento.  Ella sabia que era una mujer con corazón de oro, que la vida le habia jugado malas pasadas, pero ya no, ahora su pequeño y su señora si tendrían a alguien que los amaba y ella podría estar cerca de su asistente, que desde que lo vio hace años, la tenia suspirando.

—Doroty, ya estoy lista ¿como me veo?
—ohhhh, estas hermosa Candy pero la emoción en tus ojos te hacen a un mas hermosa.
—que guapo se ve mi caballerito decia Candy besando en la mejilla a su pequeño Terry.
—Si, mami, pero quiero ver a mi papi Albert.
Toc, toc
—Lista señora
—Si
Del brazo de George iban caminando a la lujosa sala, estaba iluminada con arañas en el techo que le hacian ver elegantes, la musica de la orquesta se dejaba escuchar relajada, una alfombra roja le indicaba por donde debia seguir sus pasos, enfrente estaba un altar con un arco de las mas bellas rosas y un sacerdote estaba detras de este y esperandola con el traje de etiqueta escocés, estaba Albert con una hermosa sonrisa y su mirada celeste llena de amor para la. Mujer con la que uniria si vida y el ritual inicio
—Señoras y señores estamos aqui reunidos como testigos de la unión ante dios de esta feliz pareja que planea unir su vida para siempre.... Asi seguia la misa hasta que el momento de los votos llego.... —yo, Albert Ardlay, deseo estar con tigo Candyce White, en lo prospero, en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, quiero compartir con tigo cada momento de nuestra vida, como te lo propuse aquella vez frente al lago, con un sandwich, tu eres el amor de mi vida, mi amor,la  razón además de Dios que me inspira a ser cada vez mejor, te desposo pafa toda la vida. Colocandole el anillo.
—Yo, Candice White te desposo a ti, Albert Ardlay en la salud, en la enfermedad, en lo prospero y lo adverso, en los momentos buenos y malos, quiero compartir todo con tigo, estar a tu lado para siempre. Dijo colocandole un anillo, por el poder que la iglesia a puesto en mi los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Firmaron las actas y se casaron por lo civil, dirigido por el capiatan del barco, la felicidad y el amor se respiraba en el aire, firmando con besos y te amos el amor ante Dios y lls hombres.

Mientras todo era felicidad en la embarcación la tia con sus secuaces caminaban rumbo a la casa, tocan y tocaban y nadie abria, hasta que un guardia, se acerco para decirles que los señores habian salido....

Continuara.....