El calor en la habitación iba aumentando con cada segundo, las feromonas del omega hacían que el ambiente se volviera pesado y fuerte. Cualquiera que no fuera tolerante a las feromonas caería rendido ante tal olor, ya que era embriagante, hasta el punto en que pudieran perder la cordura incluso betas.Rai ya había perdido la cabeza, su cuerpo se retorcía y temblaba, intentando buscar algo de placer, pero el omega temía tocarse, específicamente en aquel lugar en donde el líquido transparente mojada hasta sus pantalón. Se movía incomodo, su lobo deseaba tomar el control, y Rai -En unos absurdos movimientos- intentaba negárselo.
No sabía cuanto tiempo había pasado, pero su mente le indicaba que habían pasado horas en aquella habitación.— Al carajo.— Tomando su pantalón y ropa interior, Rai se desvistio rapido, quedó completamente desnudo sobre la cama, temblando al sentir un poco de frío tocar sus partes íntimas.
Se sentía un completo pervertido, su lobo deseaba tanto tocar aquella zona, comenzando a nublar cada vez mas la mente del omega, con solo una cosa, placer. Pero había un problema, él simplemente no sabía como hacerlo y, temblaba al pensar en lastimarse, no quería pasar por aquella tortura otra vez, tan solo pensar en el dolor lo hacía jadear.
Bajando su mano tímidamente, toco con su dedo índice su pequeño agujero, jadeando al sentir el toque caliente de sus dedos. Jugando con aquel pequeño aro, Rai gemía tímido, sumergiendo su rostro en aquella tela blanca llena de feromonas, eso era nuevo, el sentir placer con tan solo oler el aroma de Morello.Sintió sus manos débiles cuando el olor del incremento, aunque su nariz permanecía rozándose junto a aquella almohada, el olor dominante y alfa lleno la habitación y parte del pasillo. El Alfa se estaba acercando. Y con una sonrisa Rai decidió esperarlo.
Eran aproximadamente la media noche, Morello apenas había llegado a su casa, ya que había salido a encargarse de unos pequeños asuntos con la mafia. Limpiando tranquilo las manchas de sangre en sus nudillos, Varda bajo del auto y se adentro a su casa, en donde lo esperaban los betas.
— Señor Morello.— Michael se inclino y a su lado Margareth, a sus lados habían unos cuantos sirvientes. A diferencia de otras veces hoy eran pocos recibiéndolo probablemente por la hora en la que estaba llegando.
Varda se movió incomodo en su lugar al reconocer la ausencia de alguien en aquel salón, no estaba Rai. Se sintió tonto al darse cuenta que se había acostumbrado a su cariñoso recibimiento, los besos y abrazos que le daba el omega ahora ya eran parte de su vida. Miro a Michael, y este simplemente tembló al saber por qué el de su mirada.— ¿Donde esta?
Margareth y Michael se miraron de reojo, sintiendo su garganta temblar al pronunciar alguna palabra.— Después del entrenamiento, el Señor Hayashi ya no fue visto por ninguno de los dos. Los sirvientes lo vieron dirigirse a su habitación.
El finalizar la oración, el silencio fue el siguiente acompañante. Varda en silencio observando a los betas, irritado ante las palabras de la beta; se suponía que el omega debía de estar bajo su cuidado en todo momento. Después de todo era su omega.
Varda no respondió y simplemente pasó al lado de ellos. Aunque su rostro no demostraba ningún cambio, se logró reconocer un cierto cambio en sus feromonas, picando más, como si estuviera preocupado.
Siendo guiado por la luz de la luna, el alfa caminaba acelerado por los pasillos de aquella gran casa. Aquellos pasillos eran los mismos, Morello que había vivido toda su vida en aquel lugar se encontraba aburrido y cansado de vivir en aquel "Hogar". Todos sus preciados recuerdos se habían creado en esa casa, al igual que sus peores pesadillas. Así que sí, Varda estaba cansado de aquellas cuatro paredes
Algunos años antes el alfa evitaba ir a aquella casa, el recuerdo de su madre siempre lo llevaba ahí, simplemente no soportaban ya no ver a su luz caminar y alumbrar aquel lugar. No fue hasta que llevó a Rai a aquel lugar que Varda aprecio más los pequeños detalles de aquel hogar. Desde el suelo de los pasillos, hasta aquel jardín que por tanto tiempo estuvo abandonado.
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Varda Shajor ורד שחור
Romance- No creo que el destino nos mantenga unidos por mucho tiempo Varda.... -Dijo el Joven omega con la flor negra entre sus manos- debes irte.. - ¿Como me pides tal deseo Rai?- Las manos alrededor de su cintura se mantenían fuertes- Te prometí que nos...