A lo largo de las semanas Rai fue acostumbrándose a aquella casa. Sus grandes pasillos, sus enormes ventanas, sus grandes salones, todo ya le era familiar, y sobre todo mágico. Aquel lugar simplemente no perdía su magia ni mucho menos aquella chisma de elegancia que encantaba a Rai.
Con el tiempo fue a adaptándose a la cultura, cambiando totalidad su vestimenta, por una más formal y cómoda, algo que no le incomodaba para nada.
Él y Michael se habían vuelto más cercano, independientemente por los entrenamientos y clases, Michael pasaba tiempo con el omega, casi siempre acompañándolo en aquella casa. Maria también era su aliada, aunque aquellos dos eran mucho más grande que él, las conversaciones resultaban cómodas y entretenidas, haciendo que simplemente no se aburrirá de hablar con ellos. No sabía por qué, pero le divertía pasar tiempo con ellos, hablar sobre libros, sobre temas históricos, sobre economía, temas aburridos para algunos pero interesantes para él.
— Escuche que la Señora Victoria se niega a venir hasta que usted se vaya Señor Hayashi.—Maria colo las galletas frente al omega, mientras se sentaba frente a él.— Cree que es una amenaza para la Ndrangheta.
— ¿Yo?— Rai tomo una galleta mientras colocaba una sonrisa burlona es su rostro.- Pero si no tengo nada.
— Debe de estar loca mi señor. Cuando estamos enamorados todos son nuestros enemigos menos nuestro amor.
Michael permanecía en la mesa, un tanto alejado de los otros dos. Se concentraba en calcular los gastos de la mansión, pero de vez en cuando volteaba a ver al omega y la alfa, los cuales no paraban de hablar.
— Michael, ¿Tu me verías como una amenaza?—Pregunto Rai mientras se devoraba sus gallegas.
— Si.— La tos del omega interrumpido el agradable ambiente de los ancianos.
— ¡¿Por que?!
— No lo se.— El beta dejó su cuaderno y se quito sus anteojos mientras hablaba.— Tal vez sea por que viniste de la nada, justo después de una de las reuniones más peligrosas en la mafia.— Michael se levantó y camino hasta el omega, quitándole una galleta de sus manos.
— Dudo que sea por eso que me odia. De todas formas, Varda nunca la amo.
— ¿Como lo sabes?
Rai frunció su ceño y aparto su plato enojado.— Solo lo se.
—Pero de todas formas Señor, debe de tener cuidado.—Hablo Maria mientras servía un poco té.— Los Romano's son conocidos por su ambición, estoy segura que Victoria no es la excepción.
Rai tomo un poco de aquella bebida caliente, mientras cerraba sus ojos, tenían razón. Todo este tiempo había ignorado el hecho de que esa mujer era también parte de una mafia.
Estaba seguro de que Varda jamás había sentido algo por la omega, todos en aquella casa siempre se dedicaban a decirle que había causado un gran cambio en el Alfa. Si hubiera estado enamorado antes asemejarían su actitud actual con la del pasado, pero no lo hacían.
El sonido de las puertas abriéndose alertaron a al omega a dejar su té en la mesa y levantarse. Había llegado. Salio corriendo desesperado, asustando a la alfa que aún seguía sirviendo el té. Michael solamente cerró sus ojos y escucho las pisadas rápidas del omega saliendo de su habitación.
A lo lejos se escucho unas palabras, probablemente estaba maldiciendo.— Que tierno es el amor juvenil.— Susurro la alfa mientras sonría.
— Si....
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Varda Shajor ורד שחור
Romance- No creo que el destino nos mantenga unidos por mucho tiempo Varda.... -Dijo el Joven omega con la flor negra entre sus manos- debes irte.. - ¿Como me pides tal deseo Rai?- Las manos alrededor de su cintura se mantenían fuertes- Te prometí que nos...