EPISODIOS:
• Prólogo.
• Acto 1: Llegada.
• Acto 2: Baile.
• Acto 3: Maldición.
• Acto 4: Medianoche.
• Acto 5: Adiós.• Epílogo.
•••
"Todo desaparecerá al sonar la medianoche"
《Cendrillon》
•[Vocaloid]••••
Esas palabras hicieron eco en mi cabeza. Mi tristeza no me permitía distinguir mi alrededor, saber quién me decía aquellas tenebrosas palabras se volvió mi menor preocupación y me enfoque más en si aceptar o no aquella oferta.
¿Y por qué no aceptar? Estos últimos días fueron un infierno total, desde que me enteré de esta terrible noticia había querido volver en el tiempo, específicamente a aquel día en que toda felicidad me fue arrebatada.
Los rayos del sol mañanero se colaron fugazmente por mi ventana sin preguntar o advertirme su llegada, desperté con aquella tenue luz que dio iniciada mi mañana. Me levanté de mi acogedora cama y me vestí para iniciar un día cotidiano en la panadería "Dupain Cheng".
—¡Buenos días mamá! ¡Buenos días papá! —saludé a mis progenitores con un beso en la mejilla, la felicidad emanaba en cada saludo que les di. Todo parecía apuntar a ser un buen día como todos los demás.
—¡Buenos días Marinette! —respondieron mi saludo mañanero con una sonrisa agradable.
Me puse un delantal y dí por iniciado mi día en la panadería dando paso a cada cliente que quería comprar su pan caliente.
Tal vez era un privilegio o una maldición, pues todas las clases sociales venían a comprar, a pesar de tener sirvientes que podían hacer sus trabajos, los nobles se aseguraban de venir a comprar lo mejor de lo mejor.
—Marinette —escuche el llamado de mi madre, una voz suave y melodiosa que ahora deseo escuchar—. Hija mía, tu padre y yo vamos a salir al otro lado del pueblo a comprar la harina que hace falta ¿podrías hacerte cargo de la panadería en nuestra ausencia? por favor.
La prosperidad de la panadería había llegado y con ello la gran cantidad de harina a usar en cada encargo. Ella fácilmente podía atender el lugar, por lo que no dudo en aceptar y seguir con el trabajo.
—Gracias hija. Nosotros llegaremos para la cena, así que cierra bien la panadería, no interactúes mucho con los clientes y evita los problemas, ¿de acuerdo cariño?
—¡Si mamá! —respondí nerviosa y avergonzada, ella se refería más a mi torpeza cuando mencionó "evita los problemas". Fui muy torpe desde que era niña, así que metía fácilmente en problemas a mis padres.
Terminó recalcando el hecho de comer mi almuerzo, la panadería y mi seguridad, su preocupación a pesar de abrumarme me hacía sentir dichosa y feliz.
—¡Nos vemos cariño!
—¡Te queremos!
—¡Te cuidas!
Yo me despedí de ellos con un movimiento de mi mano, ojalá les hubiera dicho cuánto les quería y que hoy me hacen falta.
Seguí con mis labores normales hasta que se sonó la campana de mediodía, cerré por media hora la panadería y me dediqué a disfrutar el exquisito almuerzo que preparó mi madre, sus platillos eran tan deliciosos que hasta hoy día mantengo ese sabor en mi boca.
Durante toda la tarde atendí sin preocupaciones, hasta que la luna junto a la noche hacían presencia en el cielo azul de la tarde, el contraste espectacular de colores formaban un ocaso perfecto, tan irreal y fantástico, ¿cuáles eran sus colores? no los recuerdo, ahora todo parece más gris, o tal vez siempre fue así.
Me quedé hasta altas horas de la noche en espera de mis padres, con el pasar de los minutos y las horas mi preocupación crecía cada vez más,
—¿Habrá ocurrido algún percance? —me pregunté mentalmente mientras veía como la vela de la mesa frente a mí se derretía cada vez más rápido, había perdido conciencia del tiempo y el cansancio se apoderó de mis ojos.
[...]
En un abrir y cerrar de ojos amaneció, ningún indicio de mal presagio se presento y eso solo me dio falsas esperanzas de que mis padres seguían con vida.
París era una ciudad muy grande, por lo que saber noticias de ellos no sería cuestión de minutos, esperé varias horas que me parecían cada vez más eternas. Seguí atendiendo la panadería, pero tal vez sea por mi rostro decaído que los clientes eran distantes y cuidadosos con sus palabras, un día eterno y agotador.
Al día dos escuché que tocaron la puerta, mis ojos brillaron y di un brinco entusiasta, sentía como mis energías volvían y mi corazón empezó a latir con fuerza, pero sentí una decepción grande al ver a dos sirvientas ahí.
—¿Se les ofrece algo? —pregunte, diría que mi voz sonaba apagada, pero ello no importaba.
—¿Es usted la señorita Dupain Cheng? —pregunto algo cansada la chica más alta de cabellos negros medio morados.
—Si, ¿Pasó algo? —mi pregunta sonaba desesperada. —«Si preguntaron por mi seguro tienen noticias de mis padres» —pensé ingenuamente
—Tenga, es una carta para usted —la chica más bajita de cabellos rubios me entregó una carta.
Agradecí y ellas se fueron. Rápidamente abrí el sobre con esperanza de buenas noticias. Pero la carta decía lo que más temía.
"Lamento informarle esta noticia señorita Dupain Cheng. Sus padres tuvieron un accidente de camino a París. No se sabe como ocurrieron los hechos, así que el caso quedará archivado. Lo lamento mucho."
—"¿Archivado?" —arrugué la carta entre mis manos—, se creen mucho por ser nobles.
Sentía tanta tristeza pero canalice toda mi desdicha en furia, retrocedí e hice caer una cacerola, aquello me hizo reaccionar.
—La cacerola favorita de papá...
Mis lagrimas no tardaron en salir, solo quería llorar, quería a mis padres de vuelta. Fue una oferta muy tentadora que no dudé en aceptar.
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Cendrillon [MLB]
Fiksi PenggemarShort- Fic MLB "Todo desaparecerá al sonar la medianoche". Marinette es una chica que vive feliz con sus padres, trabajando en la panadería familiar, hasta que un día ellos mueren misteriosamente en un accidente en la carroza, desconsolando a su hij...