Las heridas las cargamos a veces desde que estamos en el vientre de nuestra madre, puede que nuestro padre nos rechace y abandoné Y desde ahí venimos cargando con ellas, crecemos poco a poco y llegamos a la niñez en la cual también sufrimos pequeñas heridas que van calando nuestra alma nuestra vida marcando inconscientemente nuestro actuar y comportamiento ante los demás.
En el transcurso de la niñez a la adolescencia venimos cargados de tantas emociones negativas y positivas nos aislamos o tratamos de discimular ante los demás mostrando un buen semblante pero la vez gritamos en silencio ese grito mudo que nos estruja la garganta.
No hay nadie que comprenda nuestro dolor y pensar; En una rutina diaria que no tiene final no digo que no hay Ángeles si los hay y se llaman amigos en los cuales puedes liberar un poco de esa carga que te impide caminar.
Hay amigos de nombre y ángeles amigos difíciles de hayar y el único trabajo es tratar de conservar los.
Llegamos a la etapa adulta, muchas veces esas heridas las logramos curar otras veces sigen abiertas y punzantes nos volvemos cascarrabias egoístas fríos e insoportables o simplemente nos da igual todo y se nos pasó el tiempo la vida sin haber disfrutado, tal vez por miedo a buscar ayuda o el orgullo que no nos dejó ser humildes Y reconocer que necesitamos consuelo y apoyo.
dicen de que con paciencia se llega el cielo y es cierto con perseverancia y puesto los ojos en Dios hayamos esa paz y salud a nuestras heridas que tanto nos aquejan Y es ahí en ese momento donde aprendemos a vivir y ver lo bello de todo lo que nos hemos perdidos.
Nosotros no tenemos la culpa de cargar estás heridas no las escogimos sino que fueron las circunstancias la época o el tiempo que nos tocó vivir.
Hay un psicólogo que no cobra por recibirte noche y día está en su consultorio y te recibe con los brazos abiertos y sí no es como esos doctores que no miran a su paciente, como si no fueran humanos sin sentimientos carentes de afectos.
Muchas veces su consultorio está lleno y a todos los atiende por igual otras veces está solo y da la impresión de que la gente ya no necesita ayuda pero a pesar de todo siempre su ética laboral es excelente nunca deja vacante su puesto atiende el señor al igual que el mendigo un trato igualitario de El brotan todas las virtudes es el amor y la paz el todo y el fin y es mi buen Jesús sacramentado, que enciende de fervor mi pobre corazón de este pecador que no mereciera su amor y compañía y en cambio está ahí prendido de amor sometido por los hombres a los que tanto amo y dio su vida y ahora es prisionero del amor.
Qué inconscientes y fríos somos ante el amor mismo si nuestra vida debiera de ser una total adoración, quisiera ser como las flores que te alaban y glorifican al despuntar la aurora cómo las aves al entonar su trino como Ángeles terrestres.
Y adorarte desde el abismo de mi nada consciente soy Señor de mi mal comportamiento y suplico perdón ven dulce amado y Mora en mí hazme dócil a tu palabra a tu amor y dispón de tu creación ven y cura mis heridas que me aquejan y me impiden vivir, que arda mi corazón de amor al qué es el amor y permíteme señor morir de amor en tu presencia creo que no hay nada más sublime que estar en tu presencia.
