La envidia, es como el veneno, que se esparce por nuestras venas y envenena el alma.La envidia nos haces seres horrible y despreciables y él envidioso se complace en hacer el mal a sus semejantes del cual toma como su juguete para saciar eso que le quita la paz.
Pero, ¿quién en el mundo no ha sentido envidia?, todos en general y mentiroso sería, aquel que no haya experimentado ese sentimiento tan horrible qué nos quita la paz.
El hombre, debiera de sentir envidia solamente de las cosas buenas y de la vida y no simplemente de cosas superfluas y vanas.
Cuándo por fin el hombre llegue a ser más humilde y menos orgulloso, por fin habrá encontrado la verdadera felicidad, esa felicidad que no tiene precio, eso es a lo que deberíamos de envidiar.
Y por fin reinará la paz en el mundo y en nuestros corazones.
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Mi Pensar
AléatoireLa paz interior la encontrarás, cuando logres amarte a ti primero...