Compensación (Clexa Adaptación)

Capitulo 23 Final

Capítulo final!!! Gracias por acompañarme en esta historia. Demoré en terminarla pero aquí está.!!!!

Y como una melodía que nos persigue, sus vidas fueron en diferentes direcciones. La pintura de Clarke maduró y su talento no tuvo límites. Siempre había más exposiciones y reseñas y todas estaban llenas de alabanza y exaltaciones para ella como pintora. Mantenía un ritmo de vida acelerado. Ella pintaba y muy rara vez tenía tiempo para otra cosa o cualquier persona. Cualquier persona excepto Nylah que siguió siendo su compañía constante y su única amiga. Nylah no había estado allí desde el principio, pero Nylah le había ayudado a recoger los pedazos.

Nylah le escuchó y le permitió contar todas las historias dentro de ella que tenía que

compartir. Nylah estuvo allí para abrazarla todas esas noches que amenazaron con llevarla al borde de la locura. Nylah le había ofrecido todo y no le había pedido nada. Nylah era seguridad. Daba gracias a Dios cada día por Nylah.

A través de los años Nylah miró a Clarke con tanto anhelo y sin embargo Clarke nunca lo vio o escogió no verlo. Supo durante mucho tiempo, que si Clarke amaba de nuevo, sería a ella y ella esperó. Clarke había amado desesperadamente; Nylah sabía que el amor entre ellas nunca sería la pasión que todo lo consume como cuando Clarke amó a Lexa, pero sería amor, quizás más sereno y más tranquilo, pero amor. Nylah esperaría. También se dio cuenta que Clarke se había endurecido a sí misma hacia ese tipo de sentimientos. Era más seguro no sentir nada que arriesgar su corazón nuevamente.

Lexa dejó de ser la paciente que argumentaba. Se volvió reservada y no combativa.

Al principio Jack pensó que era su manera de mostrar remordimiento. Entonces

gradualmente a medida que pasaron los meses se dio cuenta que algo dentro de ella había cambiado. Algo muy importante dentro de ella había muerto. Entendió la necesidad, pero lamentó el fallecimiento. Lexa había aceptado el resultado y no había luchado contra él.

Hubo momentos en los que Jack deseó ver su fuego y su determinación regresar en una manera más productiva, pero por supuesto nunca ocurrió.

Lexa dejó la clínica un año más tarde. Asistió a sus reuniones de negocios y regresó a la rutina diaria de su vida. La compañía creció, pero no con la misma hambre temeraria. Se concentró en hacer de su compañía algo sólido, asegurando su longevidad en lugar de su vertiginoso y rápido crecimiento. Trabajaba hasta tarde y muchos la veían solo cuando la limusina la llevaba a la oficina y cuando la recogía. Lexa no volvió a manejar los coches que había amado, nunca más. Al principio habían sido cubiertos y luego un día simplemente se habían ido. Rara vez asistía a funciones públicas; Lincoln se encargaba de esa parte en esos días.

Sin embargo, de vez en cuando salía de la ciudad por unos días y luego regresaba sin ninguna explicación. Octavia y Lincoln eran los únicos lo suficientemente cercanos a ella en esos días que sabían el significado de la falta de brillo en sus ojos.

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La galería estaba llena en toda su capacidad. Las exposiciones de Clarke generalmente eran así. Nylah la observaba mientras ella se tomaba el tiempo para hablar con todos los que querían hablar con ella.

Otro éxito y sin embargo, Nylah veía que Clarke no era conmovida por eso. Nylah le veía sonreír, charlar, reír, pero Nylah era la única que sabía que Clarke no disfrutaba de sus triunfos. No era que no le gustaba ser reconocida como pintora; era algo más profundo que eso. Clarke pintaba porque necesitaba hacerlo. Si no podía pintar Nylah sabía que Clarke se volvería loca...loca como Lexa. Clarke pintaba porque tenía que hacerlo. Pintaba para mantenerse cuerda. En la pintura dejaba escapar todo ese torbellino que todavía estaba dentro de ella. Iba a las exposiciones porque sabía que tenía que hacerlo.