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  POV Jimin.

  Eran las 6:26 am.

  6:26.

  Casi media hora esperando que mi vecino salga con su perro, pero este parecía no querer dar señales de vida.

  ¿Y si se enfermó?  

  - Nah, anoche estaba bien cuando llegó del trabajo. — me respondí a mí mismo.

  Alto.

  ¿Y si volvió a salir después de que llegó? Quizás fue a ver a su pareja y pasó la noche con él o ella. O quizás hoy se fue al trabajo más temprano, o puede que se esté atrasando porque no lavó su ropa, o se le cortó la energía, o el agua, o su perro enfermó.

  Ah...

  Me acerqué nuevamente a la ventana y pude ver que la puerta de su casa se encontraba abierta, ¡sí está! Intenté cerrar un poco las cortinas para que no se me vea y no sea tan obvio que llevo esperando media hora por él. Quizás mis amigos tienen razón después de todo, quizás sí estoy loco.

  Pasaron un par de minutos más y él seguía sin aparecer, ¿debería de ir a...?

  El sonido del timbre sonando interrumpió mis pensamientos, me alejé de la ventana para tomar mi celular y ver la hora 6:37. ¿Quién en su sano juicio molesta tan temprano? Probablemente es Taehyung o Yoongi, dudo mucho que sea Jin porque él se despierta a las 1 de la tarde.

  El timbre volvió a sonar con más insistencia esta vez, entonces la persona al otro lado de la puerta comenzó a golpearla también. ¿Acaso cree que estoy sordo? Definitivamente es Taehyung, nadie más haría eso.

  Me coloqué mis pantuflas y bajé las escaleras rápidamente, olvidando el hecho de que tan solo estoy vistiendo un corto short negro y arriba una remera que tapaba completamente lo de abajo, haciendo parecer que no llevo nada puesto. Detalles.

  Al llegar a la planta baja pude escuchar como el intruso volvía a golpear la puerta, me acerqué al pomo y antes de abrir ya comencé con mi lluvia de insultos.

  - ¿Acaso en tu casa no te enseñaron a esperar, hijo de p...? — me interrumpí al ver quién era la persona al otro lado de la puerta.

  Un tic nervioso apareció en mi ojo y puedo jurar por Dios que estuve a nada de mearme encima.

  - Vecino, buenos días. — sonrió.

  Ay, su sonrisa, me tiene como tarado.

  - Disculpá que te moleste tan temprano, insistí mucho porque voy algo tarde al trabajo y traigo prisa.

  - S-si, no pasa nada. ¿En qué te pu-edo ayudar? — ya quedé como imbécil, increíble.

  - Quería desayunar y noté que en realidad no tengo azúcar, se me olvidó por completo comprarla. ¿Te molestaría darme un poco de la tuya? — pidió extendiendo un recipiente hacia mí.

  - ¡No! ¡Digo, sí! ¡No me molesta, claro que no! — grité.

  Jimin, dejá de actuar como idiota, te lo ruego.

  - Lo siento. — reí nerviosamente. — Podés pasar, ya te traigo el azúcar. — me aparté de la puerta para que él pueda entrar.

  - Muchas gracias. — respondió adentrándose en mi hogar. Comenzó a mirar el interior discretamente. — Tenés una linda casa. — elogió.

  - Gra-acias. — sonreí. — Ya vuelvo. — avisé y me dirigí a la cocina sin esperar una respuesta.

  Nunca esperé verlo así de cerca, mucho menos en esta situación. ¡Está en mi casa! Está en mi sala, a solo unos pasos de mí, siento que en cualquier momento voy a desmayarme.

My neighbor • kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora