La esclava del Santuario - [SaintSeiyaXTu] oneshots +18

7_Milo de Escorpio

Era casi media noche en el Santuario. Nuestra joven protagonista acababa de ponerse su pijama para dormir.

Era tan tarde porque luego de la cena tuvo un pequeño encuentro con el Patriarca. No fue la gran cosa, aquel hombre peliazul que governaba el lugar, solo se habia sentido deseoso de ella y la acorralo en un pasillo cuando se dirigia a su habitacion. Esta situacion fue interrumpida por un soldado comun, un informante. La joven mujer tuvo que escapar rapidamente para no ser descubierta y claro que su amado la ayudo a ello.

Recordando un poco aquellos susesos, Saky se encontraba sonriendo al momento de acomodar su cama. —"Espero que antes de dormir pase por mi habitacion..."—. Pensaba ilusionada. Pero todo se derrumbo al oir el graznido de un cuervo en su ventada.

Esta misma, se encontraba cerrada, por lo que aquella ave comenzo a picotear el vidrio. El rostro de la chica delataba confucion, desepcion y algo de enojo, pero abrio la ventana para ver de que se trataba. La nota que llevaba su mensajero en la pata, le informaba que estaba siendo citada a Escorpio de inmediato. Solto un suspiro al leer lo escrito en el papel y como era habitual, acaricio al cuervo sin reprocharle nada, ya que no tenia la culpa y lo dejo ir para informar que el mensaje fue recibido.

Sin animos de nada, solo se dispuso a ponerse algo que cubriera sus pies. No quiso quitarse aquel camison lensero que llevaba puesto, ni mucho menos se coloco sus tipicos accesorios de oro. Asi fue que salio de la habitacion con impotencia. Tan solo a unos metros del lugar se encontro una vez mas con el Patriarca, no llevaba ni su casco, ni su mascara habitual esta vez. Solo tenia aquel atuendo que lo diferenciaba de los demas caballeros.

El hombre la miro confundido a lo lejos y al acercarse lo sufisiente para estar frente a ella, se digno a hablarle. —¿A donde vas?—.

—Han solicitado mis servicios, señor—. Respondio con tristeza.

—¿A estas horas?—. Su tono cambio y se volvio minimamente mas agresivo.

—Si, mi señor—. Ella se vio tan decaida, que el mayor, sin poder hacer nada mas que consolarla se aserco y la abrazo.

No fue un abrazo con intenciones sexuales. Por el contrario, fue uno de compacion. —Ten cuidado al bajar—. Le susurro el.

Ella no respondio con palabras, solo levanto sus brazos para poder corresponder a aquella muestra de afecto y cuando finalmente el la solto, se miraron con tristeza y se fueron por caminos contrarios en silencio.

.......

La caminata fue rapida, ya que tan solo debia pasar por 4 casas antes de llegar a la 8ba. Justo como el caballero lo pidio, ella llego lo antes posible al lugar.

—¿H-hola...? ¿Milo?—. La chica por fin pronuncio el nombre del caballero al cual le estaba guardando un minimo rencor por meterla en esta situacion.

Ella traia una linterna antigua. Adentro solo llevaba una vela que le ilumino el camino a travez de la noche y ahora iluminaba de forma muy tenue la casa de Escorpio.

Un sonido de pizadas alarmo a la chica. —Tranquila, aqui estoy—. Dijo el hombre que se escondia entre los pilares del lugar.

La joven no podia verlo pero un suspiro de alivio salio de ella al oirlo hablar. —Pense que no habia nadie...—. Luego de calmarse, recordo la frustracion que tenia. —¿Por que me citaste tan tarde?—. Pregunto ella con algo de enojo, aun sin poder ver al caballero realmente, solo lo escuchaba acercarse lentamente.