Bella Cullen una bruja muy poderosa se decide apartarce un tiempo de su madre Freya Mikaelson y llega a un pueblo llamado Forks....Que pasará cuando encuentre a más personas con su apellido ?
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Si me preguntaban cómo había llegado a este punto pues solo queda para decir dos palabras una historia larga.
Resulta que Kol había ido a Forks para buscarme que que padre no quería hablarme para no ponerme en peligro, pero de verdad necesitaba mi ayuda contra un idiota que se creía superior.
Y para mí desgracia no era Marcel si no otra persona. Pero con tal de que me dejarán sacar mi frustración con esa persona me conformo.
Aunque una parte de mí se sentía mal pues había sido Kol el que me había ido a buscar y no mi padre. Aunque la otra parte de mi cerebro entendía el por qué no le había contestado ninguna llamada durante todo el mes.
Aunque a mí defensa solo quería evitar que él cometiera una locura y estaba a solo menos de un mes para la fiesta del lanzamiento.
Padre: sobreviviras hermano - alcance escuchar la voz de mi padre pude ver cómo estaban reunidos alrededor del sillón.
Habíamos quedado con Kol de que el se adelantaría y yo llegara después e hiciera como que si fuera solo de visita. Pero todos mis pensamientos coherentes se fueron a la basura al ver que el que estaba en el sillón agonizando era mi tío.
Bella: Tío Finn - las palabras apenas me salieron mientras negaba rotundamente y las lágrimas querían salir de mi rostro.
Freya: princesa…. - dijo ella levantándose de la par del sillón se quiso acercar a mí y detenerme pero en cambio yo no la deje y me acerque a él.
Finn: al menos te veré una última vez… - dijo colocando su mano en mi cachete
Bella: no… No… no otra vez no tío por favor no me dejes…. - negra mientras miraba donde estaba la herida de el.
Padre: lo mordieron… - me dijo y lo voltee a ver ví en su memoria lo que los ancestros habían creado solo para destruir a mi familia.
Vi a todos mis tíos ahí parados viendo a mi tío, cerré mis ojos para después colocar mi mano en su pecho y empezar a tratar de curar su herida.
Kol: no te esfuerces mucho darling - escuché como me decía y quería tirarlo al otro lado de la habitación pues media vez había dicho eso los demás exigirán una respuesta al porqué me lo había dicho.
Había algo que sabía claramente que los iba hacer enojar a los dos tanto a mi madre como a mi padre de todo esto y era que gracias a la distancia que había puesto Edward entre los dos mi magia se había salido de control.
Y había perdido casi la mitad de ella, a este punto creo que sí agradecida ser inmortal pues no estaba segura de que si en la siguiente pelea contra alguien tendría la fuerza necesaria para salir victoriosa.
Los únicos que sabían este secreto por el momento era Hayley Kol y Rebekah que me habían visto estar usando cristales mágicos para igualar mi magia.
