Little Dreams

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Hoolaaaa, si lo se he tardado una eternidad en subir pero os juro que no me daba la vida para nada más, intentaré subir hoy otro capitulo más y no se si me dará tiempo a un tercero pero lo intentaré lo prometo, bueno espero que os guste este capítulo y que lo disfrutéis

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No se cómo llegue a mi cama aquella noche ya que después del encuentro con Green-eyes todo se convirtió en un extraño susurro, mi cabeza no podía dejar de repetir aquella frase, una frase que guardaba un secreto, una apuesta que únicamente yo podía descubrir... Pero todo aquello también tenía un lado oscuro, un lado del que no estaba muy segura de querer conocerlo...

Rodé en mi cama para ver el despertador pero alguien me impedía verlo, me levante un poco y me apoye sobre mis codos para poder ver quien estaba conmigo, baje un poco el edredón y solté un suspiro al ver a Ashley. Estaba completamente dormida con su precioso vestido y unas marcas corridas del maquillaje de ayer... Sería complicado despertarla esta mañana con todo lo que sucedió... me acerqué a ella y empecé a zarandarla mientras que miraba el despertador, solo eran los 8:30 de la mañana pero entre nosotras teníamos una regla cuando quedábamos para dormir, quien se levantara la primera tenía que levantar a la otra fuera la hora que fuera. Si ridículo pero cierto, esto antes servía ya que cuando éramos pequeñas teníamos miedo y creíamos que todos los monstruos nos comerían si una se quedaba despierta, ahora solo lo hacemos por jodernos, claramente. Ashley solo gruñía y decía palabras que eran imposibles de entender por lo que pase al plan b... mí querido amigo el vaso de agua.

Me levanté de la cama salí de mi cuarto de puntillas hacia la cocina, cogí un vaso y lo llené hasta arriba de agua fría y me fui de vuelta a mi cuarto. Cuando llegue Ashley estaba boca arriba, estaba tan adorable que cada vez me apetecía más tirarle el vaso... suena como si la odiara pero ella se lo merecía por la última vez que dormimos juntas.

*Flashback*

Todo era confuso, escuchaba la voz de alguien pero mis ojos eran incapaces de abrirse y mirar para entender que era ese confuso zumbido. Intenté girarme sobre mi misma pero no podía, tenía un peso sobre mi vientre y no se movía. ¿Qué coño pasa aquí?

-ASHLEY-

Esto era lo mejor de todo, tenía debajo de mí a Maya, le había sujetado las manos para que no se moviera y yo estaba sentada encima, en mi mano derecha tenía un bonito y caro lápiz de labios rojo pasión y en mi mano izquierda un brillante y maléfico lápiz de ojos negro... esto va a ser interesante. Era más o menos las 11 de la mañana, me había levantado con un aire muy creativo, bueno que queréis que os diga me encanta dibujar, siempre llevaba encima mi block de dibujo y todo el material que pudiera necesitar para hacer mis creaciones, que no es poco la verdad e incluso algún día alguien me confundirá con una mula de carga, pero hoy mi creación estaría plasmada en la piel de mi mejor amiga...

Mi creación tenía que ser dulce, tierna, pero a la vez fuerte y alegre, la combinación de la maravillosa personalidad de Maya, mis manos sin ningún tipo de preámbulo empezaron a dibujar, millones de ideas pasaban por mi cabeza, millones de imágenes querían salir de mi cabeza para que mis manos las dibujara sin ningún tipo de remordimiento, sé que Maya me matará pero de momento no iba a parar. Tarde como media hora en conseguir terminar mi obra, me acerqué a mi mesa y cogí mi regalo de cumpleaños, mi decimoséptimo cumpleaños, apunté a mi amiga dormida y empecé a fotografiarla.

Maya lucía tranquila y mis trazos resaltaban en su pura y blanquecina piel, sobre sus brazos descansaban las rosas más bonitas que una persona quisiera tener en el rosal de su casa, sobre la base de su cuello pequeñas hojas convirtiéndose en plumas que vuelan sobre una ráfaga de viento a un lugar inesperado. Sobre su abdomen unas manos se agarraban, unas manos de dos personas unidas por el amor y el cariño que se tienen envueltas en millones de imágenes que surgieron en una vida, en nuestra vida y por último pero no por ello menos importante, en sus piernas pequeñas frases, detalles de cosas que aún quedan por suceder.