capítulo 6

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─ Gracias por la ayuda, Sunoo. En verdad agradezco lo que JungWon y tú hicieron. ─ el rubio leía en voz alta el mensaje que ChaeYoung le había enviado ─ pero él me dejó en claro que no tiene ni el más mínimo interés en mí, de nuevo gracias y hasta luego.

Kim le envió un mensaje disculpándose y deseándole un bonito día después de que terminó de leer.

─ Hyung. ─ suspiró ─ Ni siquiera le diste tiempo de presentarse o de siquiera que se conozcan, yo sé que creciste así pero joder, pudiste ser más amable y menos frío.

Dejó su teléfono al lado del de Jake en una mesita de noche a un lado de la cama y se cruzó de brazos sentándose en el colchón.

─ Ahora tenemos que encontrar a otra valiente que quiera meterse en tu corazón, hyung. Gracias por facilitarnos el trabajo. ─ JungWon se movió incomodó en la cama ya que estaba boca abajo y Ni-Ki se encontraba encima de su espalda.

¿Cómo permitió el de hebras rojas que Ni-Ki se recostara encima? Fácil, Ni-ki lo amenazó con decirle a Sunoo que encontró imágenes suyas en la galería de JungWon.

─ Ya les dije que no tienen que hacerlo, yo buscaré a mi propia pareja cuando yo quiera. ─ regañó Jake.

A pesar de ser alguien que no interactúa con casi nadie y es alguien frío, no podía ser así con sus amigos, esos que lo acompañaron un tiempo de su infancia. Volver a reencontrarse fue bastante lindo, pero vaya sorpresa se llevó el trío de jóvenes al darse cuenta de que su amigo mayor ya no era el niño dulce que se preocupaba por los demás y no lo culpaban, vivió sin el cariño y las enseñanzas de sus padres, era algo lógico que de ese abandono surgiera lo que es Jake hoy en día.

─ Dejemos de hablar de esto, ya después podrán hacer de cupidos ─ el castaño se enderezó para levantarse y dejar respirar por fin al pobre de JungWon quien no dudó ni dos segundos en sentarse al lado del rubio. ─ Mejor comamos algo, no me dejaron ni desayunar. ─ Riki empezó a caminar hacia la pequeña cocina que Jake tenía en su departamento. ─ ¡JaeYoon hyung, no me compraste mi jugo de uvas!

Antes de regresar, Jake compró unas cuantas cosas para comer junto con sus amigos.

Los tres mayores que aún estaban en la habitación se permitieron dejar salir algunas carcajadas por el infantil comportamiento del que se especializa en instrumentación musical.





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─ Nos vemos mañana, no olviden nuestra reunión de año nuevo. ─ el pelirrojo estaba en la salida dispuesto a irse seguido de Riki y SeonWoo, éste último detuvo sus pasos al recordar algo importante.

─ Oh, esperen, estoy olvidando mi teléfono. ─ Kim corrió hacía la habitación. Encontró el móvil en la mesita, lo tomó y fue corriendo en busca de JungWon y Riki.

─ Listo, ahora podemos irnos, nos vemos, hyung.

Jake se despidió y los tres ojinegros menores se marcharon a sus respectivos hogares dejando al azabache en su ya conocida soledad.

Algunas personas piensan que la soledad no es tan mala como dicen, que en la soledad puedes hacer lo que quieras sin el temor de que te critiquen o algo por el estilo, pero otras no creían eso.

La soledad puede ser tan hermosa como la belleza de un ángel y también puede ser muy dolorosa y horrible al punto de volverte loco.

En la soledad puedes idear muchos pensamientos y formular ciertas cosas, algunas de estas pueden ponerte de lo más feliz hasta lo más triste, es como una especie de montaña rusa, cuando estás arriba sientes como si fueras a volar, pero de repente llega la caída y sientes como todo se desmorona en un segundo, una de las coas más dolorosas de la soledad es llorar en silencio ¿quién no ha llorado hacho bolita en su cama con los audífonos puestos mientras una música dolorosa se reproducía en estos tratando de empujar las lágrimas que se formaban en las esquinas de los ojos? Al menos la mayoría de la gente ha experimentado esto.

A pesar de todo esto, siempre hay algo o alguien que siempre aporta su granito de arena sin que lo sepa apara pasar a hacer un día de mierda a un día realmente hermoso lleno de recuerdos igual de lindos.

Y nuevamente la imagen de cierto tritón apareció como estrella fugas en su mente.

SungHoon era un ser distinto a los demás y no se refería a la falta de sus extremidades inferiores, sino a la inocencia, pureza y nobleza que éste poseía. Era realmente complicado encontrar a alguien así en este mundo.

Jake estaba recostado boca arriba en su cama con las manos en su nuca remplazando a la almohada. Él fue bastante frío y hasta cierto punto grosero con ChaeYoung, pero con el ojiazul todo fue distinto, desde el principio se preocupó por él, desde el principio quiso conocerlo ¡incluso fue él quien habló primero! Eso definitivamente era parte del efecto SungHoon.

Estiró uno de sus brazos alcanzando su teléfono y al encenderlo se encontró con un fondo de pantalla distinto al de él, tal vez sus amigos le jugaron una broma y cambiaron el paisaje de una noche estrellada a la imagen de Yuki, el gato de Sunoo.

Introdujo su contraseña, pero grande fue su sorpresa al notar que en la pantalla decía que esa no era la contraseña correcta.

Que tal sí...

Está vez, ingresó la contraseña de Kim y se sorprendió aún más al notar como se desbloqueaba el teléfono.

Bien, solo le quedaban dos cosas por hacer. Uno: tener que tomar un taxi para ir al alojamiento del rubio y decirle que por accidente tomó su teléfono. Dos: rezarle a quien sea que esté allí arriba que Sunoo no abra su galería.





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Sunoo se encontraba sentado en su escritorio que era donde componía sus canciones, amaba hacer eso. Él decía que puedes transmitir sentimientos a través de estas composiciones, pero había momentos en los que simplemente la inspiración no quería llegar.

Como ahora.

Golpeó ligeramente el bolígrafo encima de las hojas que ya tenía preparadas pensando que así alguna idea podría surgir, pero no, nada, ni una sola palabra.

Para acelerar este proceso tomó la decisión de escuchar un poco de música, eso siempre funcionaba. Se levantó de la silla giratoria que se encontraba enfrente de su escritorio y se dirijo a su habitación que es ahí donde tenía sus audífonos y su teléfono.

Bueno, él creía que era su teléfono.

Conectó los audífonos al aparato electrónico y al encenderlo se encontró con una bonita imagen de un cielo de puntitos blancos brillantes ¿ese no era fondo de pantalla de Jake?

El de hebras rubias hizo una mueca de confusión y cuando ingresó su contraseña se dio cuenta quehabíatomado el teléfono de Jake por error. Claro, como ambos teléfonos eran exactamente del mismo modelo se equivocó.

Pensó que podría llamar a su amigo más alto desde su móvil para hacerle caer en cuenta de que no era su teléfono el cual tenía con él.

Estaba a punto de hacerlo, pero su dedo resbaló en la pantalla y en vez de ingresar al sitio de llamadas presionó la aplicación de galería.

Jake no era alguien vanidoso o que ame su físico así que no se sorprendió en encontrar pocas selfies de él. También encontró paisajes de distintos lugares, tal vez de los lugares en los que él ha vivido, eso tampoco lo sorprendió, pero lo que sí no podía creer era la imagen del rostro de un chico pelirrosa sonriendo, haciendo que sin duda se vea adorable.

El rostro de aquel ojiazul abarcaba casi toda la foto, y digo casi porque en el fondo, a pesar de ser muy reducido el tamaño, se podía apreciar un lugar rocoso y algo oscuro.

Desvió su mirada del rostro de aquel chico y esta cayó en la fecha en la cual la foto fue tomada y vaya, fue tomada justo ese mismo día ¿será que Jake estaba con ese chico y por eso no estaba en su departamento? ¿Jake tenía otro amigo? ¿Por qué incluso le tomó una foto? ¿Por qué no les dijo que ya había conseguido un nuevo amigo?

Sunoo hubiera formulado más preguntas de no ser porque un azabache alterado se encontraba en el marco de la puerta de su habitación con los ojos bien abiertos al ver a Kim con su teléfono desbloqueado, en la aplicación de galería y aún peor, con la imagen de SungHoon abierta.

─ ¿Quién es él, JaeYoon hyung?

Merman ◇ JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora