capítulo 13

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─ Buenas noches, YoonGi sunbaenim. ─ saludó educado Jake.

─ Buenas noches Jake... ─ el vecino del azabache se quedó callado al ver que el menor no venía solo, sino, acompañado de un bonito chico pelirrosa que dormía tranquilamente en sus brazos. ─ Un... ¿amigo tuyo?

─ Oh, este sí. ─ respondió algo nervioso. ─ Estábamos...estábamos en un parque y se quedó dormido y ─, trató de excusarse como si le hicieran un interrogatorio. ─ Y como su... su casa estaba un poco le-lejos lo traje aquí. ─ se adentró al elevador junto con su vecino del piso de abajo.

─ Tranquilo, Jake. No tienes que darme explicaciones. ─ presionó el botón con el número tres y el elevador empezó a subir. ─ Creo que es la primera vez que no decimos algo más que un buenos días, tardes o noches. ─ rió recordando lo poco social que era el azabache.

YoonGi sabía el nombre de Jake no porque este mismo se haya presentado, sino porque los amigos del menor, al enterarse que se mudó nuevamente en Ansan decidieron visitarlo, pero confundieron su departamento con la del mayor y en ese momento supo el nombre de su nuevo y gruñón vecino.

Jake sólo asintió a su palabras con una sonrisa forzada, ahora sólo podía pensar en cómo le haría para convencer a sus padres de mandarle más dinero ya que el que le daban, simplemente era para mantener a una persona, tal vez tenga que conseguir un trabajo.

Sabía de antemano que SungHoon no querrá regresar a su forma habitual pronto, por eso el hecho de tomar la decisión de pedirle más dinero a sus padres o conseguir un empleo sencillo.

Las puertas de metal se abrieron y se despidió de su mayor con una reverencia la cual le costó realizar por cierto chico dormilón. Las puertas fueron cerradas nuevamente cuando Jake presionó el botón con un dibujo de una flecha apuntando hacía arriba, no tardó mucho cuando el elevador se detuvo y las puertas automáticas se abrieron nuevamente dejando salir al azabache.

─ SungHoonnie. ─ habló Jake. ─ Hoon. ─ trató de despertar al mayor. ─ SungHoon hyung. ─ esta vez, habló un poco más fuerte sacudiendo despacio el cuerpo en sus brazos.

Y por fin logró su cometido, de a poco SungHoon fue despertado y al abrir los ojos se encontró con el rostro de Jake. ─ ¿sucede algo? ─ su voz estaba más ronca de lo normal. ─ ¿dónde estamos?

─ Llegamos a mi departamento. ─ contestó Jake. ─ necesito saber la llave del bolsillo de mi abrigo pero no puedo porque tengo mis manos ocupadas. ─ acomodó mejor al mayor en sus brazos para que captase lo de "tengo mis manos ocupadas" ─ ¿crees poder alcanzarlas?

─ Lo intentaré. ─ dicho esto, el ojiazul fue bajando su mano entre su cuerpo y el cuerpo de Jake hasta dar con el bolsillo de su abrigo, adentró su mano en este y sacó las llaves. ─ ¡mira, sí pude!

El ojinegro sonrió por su infantil comportamiento. ─ Bien, ahora necesito que abras la puerta. ─ se acercó a la puerta de su residencia. ─ Mete la llave en el agujero que está en el pomo y gira la llave a tu derecha.

SungHoon acató los pasos que Jake le dijo y en unos segundos logró abrir la puerta.

El azabache empujó la puerta con su rodilla y cuando esta se abrió se adentró a su departamento. ─ Bueno, ya estamos aquí. ─ agradecía internamente que antes de salir olvidó cerrar la puerta de su habitación.

Un SungHoon curioso paseaba su vista por todo el lugar mientras Jake avanzaba, le gustaba el lugar en donde su amigo vivía. Jake dejó a SungHoon en su cama poniendo cuidadosamente su cabeza en las almohadas.

─ ¡Jake, esto es muy suave!

Shim rió. ─ Lo sé. Debes de seguir algo cansado ¿no? ─ el de hebras rosadas asintió. ─ Puedes dormir aquí, prepararé algo de comer y cuando tengas más hambre que sueño llámame y vendré.

Merman ◇ JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora